XIV: GAME'S NIGHT

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Después de cenar nos reunimos todos en el centro de la sala.

-¿Yo nunca?- Propuso Chiara mostrando su vaso de algún tipo de bebida alcohólica.

-Ya nos conocemos lo suficiente.- Damiano desde el sofá puso los ojos en blanco.

-Bueno, hoy estamos todos, está Alda que es nueva.- Solté una sonrisa forzada al sentir las miradas sobre mi.- Y siempre hay secretos. Pongámonos al día.

-Me parece bien.- Se levantó Vic.- Yo traigo las bebidas. ¿Peticiones?

-Que lleve tequila.- Fue lo unico que pidió Dam.

-Me too...- Le guiño un ojo coqueta.

-¡¿Alguien me ayuda?!- Gritó desde la cocina, tras eso apareció en la sala con las manos llenas de latas.

-Ya voy.- Alessandro se puso de pie y la ayudó con las que llevaba encima. Después fueron juntos a la cocina de nuevo y trajeron las que faltaban.

-¡Listo!- Exclamó ella.- Desperados y cervezas. Coged lo que queráis.- Yo me cogí otra Desperados, no soy muy fan de la cerveza.

-Vale, empiezo yo.- Lavinia sonrió.- Yo nunca... Yo nunca he sido el cuerno de una relación.

Me tocó beber. También lo hizo Chiara y no me dió tiempo a fijarme quien más. En lo que sí me pude fijar fue en la mirada asesina de Laura. ¿Pensará que fui el cuerno de su relación? Probablemente. Un día me di un beso con Ethan, pero, no se si se puede considerar una infidelidad. Yo al menos no lo haría. Por eso bebí un trago por Damiano y Giorgia.

Chiara me propuso un brindis.

-Al menos no nos han puesto los cuernos a nosotras.- Me sonrió animada.

Seguimos.

-A mi nunca me han pillado robando.- Bebimos tanto yo, como Lavinia. Las miradas de los demás se posaron en nosotras. ¿Porqué siempre bebo yo? Vaya impresión van a coger de mi.

-Tenía trece años.- Dije en mi defensa.

-Y yo quince.- Rio Lavinia.

Cuando llegó mi turno ya nos estábamos quedando sin ideas.

-Yo nunca...- Comencé a decir siendo rapidamente interrumpida por Nica.

-Yo nunca he usado un juguete sexual solo porque mi pareja no quería follar conmigo.- Le dediqué una mirada asesina. Demasiado directa. Victoria también la miró como diciendo: "¿Porqué dices eso? ¿Hacia quien va la indirecta?". Nica y yo miramos de reojo a Laura, quien dudó por unos segundos, y después, bebió con vergüenza. <<Al menos lo admite>> pensé.

También le dediqué una ojeada a Ethan. Se mostraba más o menos distante. La cara algo entristecida.

-¿Cambiamos de juego?- Vic propuso dos asientos a mi izquierda. Nos habíamos sentado en un círculo en el suelo. Todos menos Damiano, que es así de especial.

-¿Verdad o reto?

Todos asentimos.

-Laura...- Chiara se hizo la interesante.- ¿Verdad o reto?

-Verdad.- Respondió con la cabeza baja. Seguía avergonzada seguro.

-¿Alguna vez has revisado sin permiso el móvil de tu pareja porque tenías sospechas de que era infiel?- Laura miró a Ethan, que poco disimulada. Si no lo hubiera hecho podríamos haber pensado que era otra pareja.

-Sí.- Admitió. Se quedó empanada mirando al suelo.

-Laura te toca decir.- Le recordó Vic mirándola con preocupación.

-Lavinia, ¿verdad o reto?

-Reto.- Contestó la del cabello castaño sin dudar ni un segundo.

-Mm... Dale un beso a alguien que no se tu novio.- Ella nos miró uno por uno a todos. Se decidió por Martina y se dieron un corto beso.

Después le tocó a Nica. Cuando terminó su turno nos miró a todos a ver a quien elegía y puso una cara malévola.

-Alda...- Dijo de forma interesante con una ceja levantada.- ¿Verdad o reto?

-Reto.- Le contesté también sin pensar. Desde siempre m ha gustado muchísimo más hacer retos.

-Dale un beso a...- Disimuló mirando a todos los del círculo, como si dudara, pero yo tenía claro que iba a decir.- Victoria.

Vic y yo nos miramos pocos segundos. Realmente, a mi por lo menos, me daba igual besarla en frente de todos. Me levanté y me acerqué a ella, me senté sobre su falda y uní mis labios con los suyos. El beso duró más que el de Lavinia y Martina, eso sin duda.

Al volver a sentarme me limpié la saliva de la boca con el dorso de la mano e hice como si nada acabara de pasar. Aunque realmente no puedo ocultar que amo besar a Victoria.

Tras unas rondas más nos cansamos de jugar. Hablamos un poco, cada uno a su rollo. Yo estaba con Ethan en un rincón del salón, estaba agusto con él pero ya hacía un rato que no hablábamos de nada. De repente Victoria apareció a nuestro lado.

-Tienes cara de cansada.- Le dije y acaricié su mejilla con el dorso de mi mano.

-Tengo sueño. ¿Alda vienes conmigo? Martina, Chiara y Nica no se quieren ir a dormir todavía, y Laura y Lavinia ya se han dormido.

-Claro que sí, vamos juntas.- Le dediqué una pequeña sonrisa.-Buenas noches Ethan, hablamos mañana.

-Buenas noches. Yo también me voy a dormir.- Le di un beso en su suave mejilla y Victoria le dió otro.

Mientras subíamos las escaleras me cogió de la mano, y no fue hasta llegar a nuestras literas que no me soltó.

-¿Quieres dormir conmigo?- Me propuso antes de subir las pequeñas escaleras de la cama. Asentí con la cabeza y subí antes que ella. Vic se tumbó boca arriba a un lado de la cama y yo me acurruqué a su lado, envolviendo su barriga con mi brazo.

No nos dijimos las buenas noches, pero tampoco hablamos de cualquier otra cosa. De forma inocente, dejé caer la mano sobre uno de sus pechos, concretamente el que no tiene un piercing. Siempre que nos hemos enrollado me ha dado repelús jugar con ese pecho, yo solo tengo piercings en las orejas, me dolía solo de imaginar tener un pezón perforado. Aún mi negación, Victoria siempre insistía, no la culpo, ella debe de estar acostumbrada, el problema es que yo no.

Los minutos iban pasando y yo cada vez me insinuaba más. Primero metí la mano que tocaba su pecho por dentro de su camiseta, haciendo contacto directo con él. Después subí su camiseta para comenzar a chupar su otro pecho. Victoria gruñía intentando callar sus gemidos. A lo que yo tuve que intervenir besandole los labios, no quería que Lavinia y Laura nos escucharan.

Toqué todo su cuerpo, hasta su intimidad, lo sentí todo de ella, hasta los espasmos de su cuerpo con el orgasmo.

-Buenas noches Vic.- Dije volviendo a la posición inicial: abrazando su cintura.

Con la voz agitada ella respondió:

-Buenas noches Alda.

Maneskin 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora