El caso 666: El hogar del Diablo (Sherlock Holmes y Tú) [Demonlock]

El hogar del Diablo

-¡¿Estás loco?!- dije molesta -¡No pienso quedarme a dormir allí dentro!-
-Shhhh- dijo sonriendo pasando sus brazos por mi cintura tras cortar la conversación con Molly -no ocurrirá nada. Te mostraré que lo que viste de niña fue producto del pánico que sentiste-
-Sherlock- dije - sé lo que vi, no estoy loca y mi hermana también vio a aquel hombre-

Bajamos a desayunar y John nos esperaba.
Cuando le contamos lo que Sherlock tenía planeado empalideció, tampoco le gustaba aquella idea.
-Por Dios bendito- dijo Sherlock -sois unos gallinas-
-Sherlock- dijo John -este tema es serio. Ahí dentro hay algo maligno y (T/N)_______ ya sabe como actúa y tú te lo tomas como un juego-
-No es un juego- dijo él -en ocasiones el pánico hace que veamos cosas que en realidad no están ahí-
-Paso de discutir- dije molesta -voy a pasear por el pueblo, necesito estar sola porque veo que aquí no se me toma enserio-
-Voy contigo- dijo John.

John y yo fuimos al puerto para dar un paseo.
Era una zona preciosa con un montón de terrazas donde la gente tomaba algo y charlaba, un enorme paseo que bordeaba todo el puerto donde había unos hermosos barcos pesqueros y un precioso paisaje costero.
Estábamos paseando cuando John comenzó a charlar.
-Lo siento- dijo él.
-¿El qué?- pregunté levantando una ceja.
-La actitud de Sherlock respecto a esto- suspiró -él es el señor "yo no me creo nada si no lo veo"-
-Lo sé John- suspiré -pero es Sherlock-
-Es un tema muy serio- dijo él -yo te creo (T/N)_______, sé que tú tampoco hablarías de ello si no lo hubieses vivido en persona y que te tomas este tema de una forma muy personal. Cuando ayer te vi llorar con el padre Peter... se me rompió el corazón, desde que te conozco nunca te vi llorar de aquella forma y fue devastador verte así-
-Es muy duro John- dije -tengo el presentimiento de que algo malo va a a pasar esta noche allí dentro-
-Yo también- dijo él -vamos a tomarnos algo y a comer. Me muero de hambre-

Al caer la noche, Sherlock, John y yo tomamos un taxi para ir a la iglesia.
Por la noche, la escena era aún más aterradora.
-El hogar del diablo- dijo Sherlock riendo.
-Sherlock- dije dandole un puñetazo en el estómago -cállate ya, esta ha sido tu puñetera idea y si te pasa algo será culpa tuya-
-No pasará nada- dijo él -venga gallinas-

Cuando entramos en la iglesia pusimos nuestros sacos en el suelo y nos metimos dentro para intentar dormir.
Yo y John no podíamos dormir pero Sherlock roncaba como un cerdo.
-John...- dije susurrando -¿Estás despierto?-
-Si- dijo él incorporándose levemente -¿Tampoco puedes dormir?-
-No- dije sentándome subiendo mi saco hasta mis hombros -hace demasiado frío-
-Si- dijo él frotando sus brazos -¿Cómo puede dormir tan tranquilo?-
-No lo sé- dije -pero mejor que esté así-

De pronto escuchamos un golpe que venía de la planta superior, como si algo se hubiese caído.
-Sherlock- dijo John sacudiéndole -despierta-
-¿Qué pasa?- dijo adormilado.
-hay algo arriba- dije susurrando -vamos-
-Está bien- dijo sacando su linterna -vayamos a investigar-

John iba detrás de mí y yo detrás de Sherlock con mucho sigilo.
Cuando llegamos arriba, vimos que una de las lámparas de hierro se había caído.
-Puede que se haya roto el enganche- dijo Sherlock mirando hacia el techo -son muy viejas-
-Sherlock- dije inspeccionando la cuerda de la que colgaba -esto está fundido, alguien lo ha tirado-
-¿Qué hora es?- dijo John asustado.
-Las tres menos cinco- dijo Sherlock -y aún no ha aparecido nada-
-Las tres es la hora de Diablo- dije seria -será cuando más actividad haya según los testigos-
-Pues eso espero- dijo Sherlock -no me creo esos cuentos para niños-
-No juegues con fuego Sherlock- dijo John bajando.

Bajamos a la planta inferior y nos volvimos a meter en los sacos.
Cuando el reloj digital de John dio las tres escuchamos un fuerte portazo en la planta superior seguido de un fuerte grito.
-Muy gracioso John- dijo Sherlock.
-Sherlock yo no he gritado- dijo él -iré a ver que ha sido eso-
-No debes ir solo John- dije asustada -puede pasarte algo-
-No me pasará nada te lo prometo- dijo corriendo a la planta superior.

Cada vez hacía más frío, tanto que podíamos ver el vapor de nuestro aliento.
Todo estaba muy oscuro así que Sherlock decidió encender unas velas para aliviar la tensión.
-Sherlock- dije abrazándome a su cuerpo -tengo miedo-
-Tranquila- dijo él -todo está bien y no te pasará nada-
-Sherlock deja de tocarme el culo- dije seria.
-No te estoy tocado- dijo alzando las manos.

De pronto noté que algo apretaba mi estómago con fuerza y tiraba de mí hacia atrás haciéndome caer al suelo.
Sherlock gritó y me cogió de las piernas intentando tirar de mí.
-¡Sherlock ayúdame!- dije notando como algo tiraba con fuerza de mis brazos.
-¡YA lo intento!- dijo tirando con mucha fuerza -me sudan las manos-
-¡Socorro!- escuchamos gritar a John.
-¡John!- gritó Sherlock mientras tiraba de mí -¡YA vamos!

Mis brazos comenzaron a mostrar heridas de las cuales salía sangre a borbotones.
Las lágrimas caían de mis ojos y el dolor recorría todo mi cuerpo.
De pronto algo hizo que Sherlock me soltase y la fuerza que tiraba de mí me arrastró a otra habitación.
-¡Sherlock!- grité llorando desesperadamente intentando entrar.
-No te puede ayudar- dijo una voz masculina detrás de mí.
-¡Sherlock sácame de aquí!- dije cuando escuché que estaba detrás de la puerta.
-No va a poder abrir- dijo aquella voz -está vez nada me impedirá llevarte conmigo-

ME di la vuelta y contemplé como aquel hombre con traje de hace años estaba igual que la última vez que le ví pero esta vez tenía un gesto malvado en su rostro.
-Déjame en paz- dije cuando se acercó.
-Ahora ya no eres una niña- dijo él -puedo divertirme más contigo, pero para eso... necesito a tu amigo-
-¡NO!- dije antes de que desapareciese y intenté abrir la puerta -¡SHERLOCK!-