Sehun Emperador del reino de Hiperbórea, centinela de viento, debe tener un heredero. Un hermoso doncel es presentado ante él, para convertirse en el consorte imperial y llevar su hijo en su vientre.
Una historia que inicia con un matrimonio arreg...
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Sehun sabía perfectamente que no sería fácil. Apenas se acercaron a la frontera, fueron rápidamente rodeados por el ejército del Dragón. El emperador pide hablar con el rey, pero no escuchan las peticiones, solo tienen órdenes de no permitir la entrada a sus tierras.
Chanyeol organiza al ejército, la única manera de pasar es peleando, no pueden permitir más arbitraje por parte de ese rey codicioso.
Sehun da la orden y empiezan a atacar. Han comenzado la batalla y no se rendirá hasta llegar al final de todo.
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JongIn se siente aliviado al ver que la condición de Ten ha mejorado, y todo gracias a esas hierbas medicinales. Por ahora, ha dado la instrucción de que lo beba todos los días, hasta asegurarse de que el menor está bien.
Baekhyun ayuda, pero no puede estar completamente de acuerdo con todo lo que hace JongIn por ese doncel. Sabe que JongIn es un ángel, pero él no confía en Ten.
JongIn pide a Tao que lo acompañe a su lugar secreto. Hace mucho que no va ahí para bailar.
Mientras el guardia lo espera afuera, JongIn cambia su ropa habitual por su hermoso traje de gaza blanca, se coloca las preciosas joyas en sus tobillos y muñecas y empieza a danzar.
Cierra los ojos imaginando que su emperador está ahí, admirandolo. Desea poder bailar algun día para él. Su amor incrementa cada día y el anhelo es hilarante.
Da vueltas y por un segundo parece ver el rostro se Sehun sonriéndole con cariño, JongIn también sonríe y su corazón se acelera con la imágen. Pero es eso, solo una ilusión. Su amado esposo ha estado lejos por mucho tiempo y no sabe cuando volverá.
Prueba algunos nuevos pasos, está tan concentrado que no se da cuenta cuándo alguien ingresa sin permiso. Si no es por los aplausos que lo ponen alerta.
- ¡Hermoso!- felicita el otro doncel.
- ¿Qué haces aquí, Baek?- cuestiona aún en pánico, por que el mayor ha descubierto su secreto.
- Vine por curiosidad, no sabía que hacías durante horas encerrado aquí... pero por fortuna, solo haces arte.
- ¿Qué creías que hacía? Además, mi baile no es arte, yo solo lo hago por aburrimiento, no soy un bailarín sagrado.
- Bueno, para ser un pasatiempo, es demasiado bueno... y creí que eras una clase de hechiciero y venías a probar algunas pociones mágicas.
- No se nada de magia... ni siquiera hay antecedentes en mi familia... pero ya que estás aquí.. por favor no le digas a nadie lo que hago- suplica el menor, sabe que estará en problemas si algún miembro del parlamento se entera.
