Sehun Emperador del reino de Hiperbórea, centinela de viento, debe tener un heredero. Un hermoso doncel es presentado ante él, para convertirse en el consorte imperial y llevar su hijo en su vientre.
Una historia que inicia con un matrimonio arreg...
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La furia se apoderó de su cuerpo, JongIn no pensó, solo actuó. Se lanzó sobre Winter y los teletransportó a otro lugar.
Ahora eran solo ellos dos.
JongIn se dió cuenta que estaban junto al lago de Hiperborea, ese lugar donde compartió tantos momentos a lado de Sehun.
Se podía sentir el ambiente diferente, sin duda la presencia de Winter alteraba todo a su alrededor, y él ya estaba cansado de toda esa situación, especialmente, porque ahora que tenía a un bebé en su vientre, no deseaba que viviera en un infierno.
Winter tenía una sonrisa burlona en su rostro, parecía confiada y segura de que JongIn no era un problema para ella, pero estaba muy equivocada.
- Tu tiempo se ha acabado- dijo Winter con felicidad- tú y el Emperador dejarán de estorbar en mis planes... solo falta deshacerme de ti...
JongIn pensó por un momento en su esposo. No podía estar muerto, él seguro estaría bien. Debía concentrarse solo en destruir a la malvada bruja.
- Espero que disfrutes de tus últimos instantes en este mundo... porque yo no cometere el mismo error que mi madre, a mi no me une nada a ti...
Winter se carcajeo escéptica de las palabras del menor, pero JongIn sabía debía hacer, y simplemente, tomó de nuevo a la bruja y la transportó en medio del lago.
El agua de aquel lugar tenía una magia muy poderosa, Ning Ning le contó el secreto que albergaba aquel lugar, el único que Winter no podía tocar. El agua estaba purificada por el mismo dios del viento, y Winter era alguien que había estado profanando su nombre. Era mujer sucia ante la deidad.
Winter podía sentir como se consumía dentro del lago. Intentaba escapar pero era imposible, sus poderes eran inútiles dentro del verdadero lugar sagrado, solo podía ver como JongIn era quien sonreía esta vez, disfrutando de sus últimos suspiros.
Una ventisca intensa los rodeó a ambos, pero miéntras JongIn era sostenido con suavidad, la bruja fue arrastrada por un torbellino de agua hasta lo más profundo. JongIn podía sentir aquella protección a su alrededor, el Dios Boreus lo había puesto a salvo.
La oscuridad por fin se había terminado, era momento de regresar al palacio.
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Yixing y Ning Ning miraban con preocupación la figura inconsciente del Emperador. Parecía estar muerto, pero Yixing comprobó sus signos vitales y había pulso, pero su semblante era tan pálido, después de todo había sido golpeado por la magia de Winter.
Solo de pensar en esa bruja, Yixing estaba también muy preocupado por JongIn, en su estado, era arriesgado usar todo su poder, pero como lo había explicado Ning Ning, era el único capaz de acabar con ella.
