Sehun Emperador del reino de Hiperbórea, centinela de viento, debe tener un heredero. Un hermoso doncel es presentado ante él, para convertirse en el consorte imperial y llevar su hijo en su vientre.
Una historia que inicia con un matrimonio arreg...
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El baño era algo que extrañaba y necesitaba Sehun, se relajó por completo dentro del agua y no solo eso, acompañado de su amado JongIn.
JongIn talla con delicadeza cada parte de su cuerpo, dejando besos húmedos a su paso. El doncel libera un poco de su encanto y lo relaja aún más.
- Eres una delicia, mi bella flor...- susurra encantado con los cuidados del menor.
- Usted no está tan mal... su majestad- dice en un tono divertido.
Sehun lo toma de la cintura y lo atrae a su regazo, lo mira con una expresión seria fingida, y lo pega a su cuerpo tan fuerte, que JongIn puede sentir la gruesa polla presionar su abdomen, provocando que su coño se moje debido a su excitación.
- Espero que sea el único para ti... - susurra con su aliento rosando la boca de JongIn.
- Solo eres tú... Sehun- confirma con un temblor en su voz.
Sehun sonríe con aquella respuesta, después une sus labios en un beso apasionado. Es todo lo que necesitan para ser felices.
JongIn gime cuando Sehun lo acomoda sobre su erección y se desliza deliciosamente dentro de él. No necesita preparación, pues han estado unidos desde que el centinela regresó. Pero no ha sido suficiente, jamás lo será.
JongIn monta al mayor, ambos perdidos en el placer, no les importa que han pasado mucho tiempo dentro de el baño.
Sehun sujeta el cabello largo y blanco de JongIn entre sus dedos, y da un tirón suave, para poder tener acceso a su suave cuello. Besa y succiona dejando marcas rojizas en él. JongIn apenas puede balbucear palabras incoherentes. Moviéndose deliciosamente sobre la erección, y sentir como toca más profundo, no puede más y se derrite ante el placer. Su corazón acelerado golpea su caja torácica y su respiración es irregular.
Sehun lo embiste un par de veces más y también llega al clímax, sintiéndose en las nubes.
Devuelta en la habitación, ni siquiera se toman la molestia de vestirse. JongIn yace en las suaves sábanas, totalmente expuesto y Sehun, entre sus piernas, comiendo su dulce coño.
- Ahh... Hun... - se retuerce por el placer, la lengua del mayor estimulando su clítoris. Se siente mucho mejor que cuando él se tocaba solo, lo hizo varias veces, durante la ausencia del mayor. Pero esto, supera cualquier expectativa.
- Sabes delicioso... tan hermoso, tan perfecto- dice Sehun realmente extasiado, disfrutando de su esposo.
Si por Sehun fuera, viviría entre las piernas de JongIn, ya sea su polla enterrada en lo más profundo de su ser, o su boca saboreando el más exquisito sabor, ese dulce néctar que se derrama de placer. JongIn es su más delirante adicción.
JongIn experimenta otro alucinante orgasmo. Ha perdido la cuenta ya, de cuantos lleva en la noche, pero cada uno es tan placentero como el otro.
- Mmm... mi bella flor... te ves tan hermoso justo ahora... - Sehun se acomoda sobre el cuerpo del menor y lo besa de manera dulce. Admira el rostro sonrojado y los labios hinchados, esos ojos grises brillantes por el placer experimentado, no hay nada más hermoso para él.
