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— Por fin he llegado a Corea, después de no venir tres años, estoy aquí.

Buscaba a la persona que vendría por mi, el único familiar que tengo en Corea es a mi tío Bang, lo extraño tanto, en mi niñez él fue como un padre para mi, ya que mi papá murió en un accidente cuando tenía diez años, y mi tío fue un apoyo para mi mamá y para mi. Luego de eso, mi mamá decidió que sería bueno irnos a otro país, para tratar, no de olvidar, si no de superar la pérdida de mi papá, pues aquí le recordaba todo de él.

Buscaba a un hombre con anteojos, pero habían muchos, hasta que la gente se fue esparciendo y pude ver a un hombre no tan mayor, tal vez unos 30, con anteojos y un traje gris, en sus manos tenía un letrero Bang Eun Ji.

Esa soy yo, Bang Eun Ji, tengo 22 años y graduada en diseño de modas, soltera y dispuesta a seguir como estoy, no estoy interesada en el amor, no por ahora.

— Hola —alargué la "a" y finalicé con una sonrisa.

— Usted es la señorita Bang Eun Ji?

— Así es. 

— Soy Cha Yun Woo, chofer de su tío Bang, me pidió que la lleve a su casa y si gusta lo puede esperar ahí.

— Mmm, no, quiero ir a verlo, a caso ese señor no me extrañó en tres años? Llévame a la casa y me esperas.

— Lo que usted ordene señorita Bang.

— Aish, no me gustan las formalidades, solo dime Eun —sonreí.

— Está bien Eun —también me sonrió.

Me llevó a la casa de mi tío y una señora muy amable, que por cierto su nombre es Kim Lin Ah me indicó mi habitación, no puedo creer que mi tío piensa que soy una niña aún, la habitación era en tonos rosados, tipo para una niña de diez años.

Me di un baño, lo necesitaba mucho, me lavé mis dientes, me sequé el cabello y me maquillé un poco, luego elegí mi ropa, no tenía tiempo de sacarla de la maleta, así que la volteé dejando todo en la cama.

Me vestí y me puse unos tenis blancos, luego salí de la habitación con una pequeña bolsa que le cabía lo necesario

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Me vestí y me puse unos tenis blancos, luego salí de la habitación con una pequeña bolsa que le cabía lo necesario.

— Estoy lista Cha.

— Muy bien, sube por favor. —me abrió la puerta de atrás.

La verdad no me gusta ir en los asientos de atrás, pero tampoco quiero que Cha se meta en problemas, no sé si a mi tío le moleste.

— Cha, mi tío se molestaría si nos tuteamos?

— La verdad su tío es un hombre muy bueno, y no sé si se moleste, pero te parece si frente a él nos hablamos formalmente?

— Si señor Cha —sonreí.

En cuestión de minutos ya estábamos en la empresa, pues cerca de ahí hay una zona residencial, quiero suponer que aquí viven algunos idols.

La sobrina del ceoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora