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Un año y medio después.

Hoy cumplí dos años en Seúl, también dos años que no veo a mi mamá, estaba pensando en ir a verla, pero no quiero dejar a Yoongi.

Últimamente ha estado un poco distante, siempre me dice que es por que ha tenido mucho trabajo, lo han buscado para producir algunas canciones a otros Idols y eso es bueno. 

Estoy llegando a la empresa y sin querer choqué con una chica muy linda, le hice tirar su bolsa.

— Lo siento mucho —le di la bolsa.

— Descuida, iba distraída. —sonrió— Adiós.

La chica siguió su camino y yo el mío, fui directo al estudio de Yoongi y como siempre toqué la puerta, pero esta vez no me contestó así que entré y lo encontré limpiando su silla.

— Hola amor.

— Ah Eun Ji, no escuché que llegaste.

— ¿Qué haces?

— Se me derramó el café..

— Oh, ¿te ayudo?

— No hace falta, ya terminé de limpiarlo, ¿dime qué haces aquí?

— Vine a verte, hace días que no nos vemos.

— Si, lo siento, ya sabes el trabajo.

— Es por eso que yo vine a ti —sonreí.

— Te vez diferente. —me miró.

— ¿Como diferente?

— No lo sé, tus ojos tienen un brillo que no tenías antes.

— ¿Como? —reí— No sé qué significa, pero tal vez es por qué no te había visto en días.

— Pues quien sabe, pero te noto distinta.

—  ¿Vamos a comer? O vamos a tu departamento —lo abracé por la cintura.

— Mejor a comer, estoy cansado para hacerlo.

— Pero tenemos casi un mes sin hacerlo.

— Lo sé, y lo siento, pero en verdad estoy cansado Eun Ji —lo noté molesto.

— ¿Estas enojado conmigo?

— No, simplemente estoy fastidiado.

— Perdón, entonces vamos a comer.

Salimos del estudio y pensé que iríamos a un restaurante, pero no, nos dirigimos a la cafetería de la empresa.

— Pensé que saldríamos.

— No tengo tiempo de salir, si no te parece puedes irte. —esas palabras me dolieron, nunca me había hablado así.

— Bien —tomé mi bolsa y salí de la cafetería.

Por mi mente pasó que iba a seguirme pero no, se quedó ahí sentado en el mismo lugar.
Seguí mi camino, iba a toda prisa pero choqué con alguien.

— ¿Hey que tienes? —me preguntó Kai.

— Nada, voy a casa.

— ¿Quieres que te lleve? Ya salimos.

— ¿Me harías ese favor?

— Claro —me sonrió dulcemente.

Fuimos al estacionamiento y me abrió la puerta de su coche, pero de pronto mi vista se nubló, si no fuera por Kai, estoy segura que caigo al suelo. 

— T¿e sientes bien? ¿Te llevo al hospital? —dijo algo preocupado.

— No, creo que estoy bien.

— Insisto Eun Ji, déjame llevarte al hospital.

— Está bien, solo para que estes tranquilo.

Subimos al auto y me llevó al hospital a donde ellos asisten, me pasaron con su médico de cabecera y me mandó a hacer unos análisis para descartar alguna enfermedad o que tenga baja la anemia.

— ¿Bang Eun Ji? —preguntó una enfermera.

— Soy yo, ya están sus análisis, puede pasar con el médico.

Kai me acompañó y nos encontrábamos sentados frente al doctor, un hombre de unos 40 y algo.

— Señorita Eun Ji, los análisis me dicen que tiene la anemia baja, pero nada de qué preocuparse, pero algo que si me preocupa es que pueda bajar más en tu estado, te pasaré con un ginecólogo, él sabrá qué tratamiento ponerte, por qué no puedo recetarte cualquier medicamento, puede hacerte daño.

— ¿Un ginecólogo doctor Kwang? —preguntó Kai.

— Si, ahora regreso —salió del consultorio.

— ¿Por qué con un ginecólogo? —le pregunté .

— No lo sé, pero debe ser serio, a lo mejor estás mal de algo ahí —dijo y se sonrojó.

— Puede ser.

Luego regresó y me dijo que la enfermera me llevaría con una ginecóloga.

Esperamos vente minutos y me nombraron para pasar.

— Buen día, soy la doctora Park Hye Jin, el doctor Kwang me pasó tus análisis, vamos a la camilla, voy a revisarte —me acoste— Por favor descubre tu vientre.

Bajé mi pantalón un poco y alcé mi blusa y la doctora comenzó a revisarme, en la pantalla marcaba algo que no entendía.

— Listo, señorita Eun, tiene un embarazo de tres semanas y media, felicidades.

— ¿Que? —grité

La sobrina del ceoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora