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— Eun Ji, tengo que salir de viaje.

— ¿A donde? —pregunté.

— Voy a Japón, me invitaron como juez en un Reality Show, estaré allá por lo menos un mes.

— Pero tío, no hemos pasado nada de tiempo juntos.

— Lo sé hija, pero sabes a lo que me dedico y siempre estoy ocupado.

— Lo sé —me puse triste.

— Cuando regrese te lo compensaré, me tomaré un descanso y saldremos a pasear, ¿si?

— Está bien, ¿entonces me quedaré sola?

— No, la señora Kim estará contigo.

— ¿Y Cha?

— También se quedará, no te preocupes.

— Gracias tío, prometo que me cuidaré.

— Iré a hacer mi maleta.

— Si tío.

Seguí desayunando, mi tío tiene que salir pronto a su viaje, pero me parece mucho un mes.

Luego de media hora salió listo, Cha lo ayudo a subir sus cosas, y claro que los acompañé al aeropuerto, pero no me bajé del auto, dentro de el nos despedimos.

— Que te valla bien, y regresa pronto.

— Si hija, ya te dije que al volver lo compensaré.

— Es una promesa, ¿okay?

— Promesa.

Le di un beso en la mejilla y bajo del carro con sus guardaespaldas.

— ¿A donde te llevo Eun?

— ¿Podemos ir a la empresa?

— Claro, ¿te espero o el señor Yoongi te llevará?

— ¿Te parece si te mando mensaje?

— Bien.

Manejó hasta llegar a la empresa, y esperó en el estacionamiento, yo fui en busca de Yoongi, ya sabía dónde encontrarlo.

Caminé a su estudio y toqué la puerta, luego abrió y al verme sonrió.

— Hola guapo —sonreí.

— Hola preciosa, ¿de donde vienes?

— Fui al aeropuerto.

— Oh si, no te recordaba que Bang se iba a ir.

— Si, me dijo que se va por un mes.

— ¿Te parece si salimos?

— ¿A donde? Y además no quiero que pase como lo de Yeon, no quiero meterte en problemas.

— Ya sé a donde ir.

Apagó sus equipos de trabajo y al salir cerró su estudio y salimos, nos encontramos a Cha y le dije que saldría con Yoongi lo cual asintió y se fue a casa, nosotros subimos al auto y nos fuimos, a donde yo no tenía idea.

Manejó por media hora, hasta que llegamos a un condominio, entramos al estacionamiento y al bajar subimos al elevador, todo con cuidado por qué no falta que alguien esté por ahí tomando fotos.

— ¿Que es aquí?

— Mi departamento.

— Ah —dije.

— Nerviosa —preguntó y sonrió de lado.

— Para nada, ¿por qué lo estaría?

— No lo sé, ¿tal vez por qué estamos en mi casa, solos?

— Para nada Yoongi. —sonreí tratando de esconder que efectivamente estoy nerviosa.

— Bien, ¿a cocinar? —se levantó del sofá y caminó a la cocina.

— ¿Me cocinarás? —lo seguí.

— Claro, quiero concernirte —se acercó a darme un beso corto en los labios.

— ¿Puedo ayudar?

— No, por qué quiero hacerlo para ti, yo solo.

Comenzó a sacar algunas verduras del refrigerador, las lavó y picó, luego hirvió agua y aventó una pasta.

En menos de una hora ya estaban los platos servidos y puestos en la mesa, si el primer bocado y valla que cocina muy bien.

— Eun, quería preguntarte algo hace unos días atrás, pero por alguna cosa u otra se me olvidaba, pero hoy que estamos solos y que sé que nadie nos interrumpirá, quiero pedirte algo.

Tomó mis manos y me miró a los ojos, una mirada tierna y dulce, con un poco de brillo.

— ¿Quieres ser mi novia? —finalizó con una linda sonrisa.

— Yoongi —mordí mi labio por mis nervios— Claro que quiero ser tu novia.

Me paré de mi silla para acercarme a él y darle un beso, nuestro primer beso de novios, esperé tanto este momento.

— Verás que seré el mejor novio Eun Ji, te quiero linda.

— También te quiero Yoongi, no sabes cuanto.

¿Estoy feliz? Claro que lo estoy, el problema es cómo haremos para que no nos descubran, ahora es mi mayor miedo.

La sobrina del ceoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora