La sobrina del ceo

1O <3

Avisé a la señora Kim que saldría con Yoongi en la madrugada, le expliqué el motivo y entendió.

Me bañé por la tarde y antes de irme me cambié de ropa, me puse un pantalón de mezclilla, y una sudadera no tan caliente, mis tenis rojos y salí por qué Yoongi ya me estaba esperando. 

— Ya estoy —sonreí.

— Eres tan hermosa —me besó en los labios.

— Y bien señor Min, a donde iremos.

— A un lugar muy bonito, te va a gustar.

Manejo al centro de la ciudad y cuando vi el lugar bajé antes de que él me abriera la puerta, hace muchos años vine aquí, la última vez fue con mi papá pero este lugar no estaba así, hoy está más lindo.

— ¿Por qué corriste? —llegó a donde yo estaba.

— Es que y había venido aquí, con mi papá, pero no tenía esas luces tan lindas. Gracias por traerme aquí amor. —lo abracé.

— Yo no lo sabía, solo quise traerte aquí, por qué es mi lugar favorito.

— Aún así, gracias.

Voltee a ver el río y las luces que bajan del puente, mientras Yoongi me abrazaba por detrás, y dejaba besos en mis mejillas.

— Te prometo que siempre estaré a tu lado y nunca te lastimaré.

— También lo prometo, te voy a querer y amar siempre mi amor. —le di un beso. 

— Gracias por llegar a mi vida, y atorarnos en el elevador —se rió.

— Fue el mejor momento, sabes, cuando te vi en el elevador, quería gritar, por qué estaba en el mismo lugar con uno de los BTS, pero me contuve mucho.

— ¿Por qué? —río.

— Por qué le daba pena que pensaras que era una niñita loca, al igual cuando vi al resto me contuve mucho y mas cuando vi a mi bias.

— ¿Quien es tu bias? —frunció el ceño.

— Kim Taehyung. —sonreí.

— Mmm, oye y ¿por qué gritaste con TXT y no con nosotros?

— Por qué ver a Yeon Jun me emocionó, él también es mi bias y no pude contenerme.

— Mira nada más — se cruzó de brazos y me miró.

— ¿Que? —sonreí.

— Nada, nada, sigamos disfrutando de la vista.

Me hizo voltear y nuevamente me abrazo, ahora tenía su barbilla en mi hombro, la brisa de la noche nos pegaba, el hermoso paisaje se me hacía tan romántico y más por lo que nos prometimos hace unos minutos atrás.

Me alegra a ver venido a Corea.

Después de un rato volvimos a su departamento, esta noche volvería a quedarme con él.

Entramos y al estar a dentro dejé mis cosas en el sofá, de pronto Yoongi me besó, pero no eran de esos besos como los que nos hemos dado, eran besos salvajes, mientras me tocaba el cuerpo, para nada incómodo, siempre respetando los límites.

— Me gustas tanto —dijo en un susurro.

— Y tú a mi, me encantas Min Yoongi.

— Quiero hacerlo contigo.

Me sorprendió mucho, mi corazón se aceleró en un segundo.

Comencé a quitarle la camisa y a desabrochar el pantalón, y él hizo lo mismo conmigo, quedando los dos con ropa interior.

Fuimos a su habitación, aún sin despegar nuestros labios, solo cortos segundos para recuperar la respiración, el llegar me recostó en la cama y comenzó a besar mi cuello, bajando a mis senos mientras jugaba con su lengua en ellos, así hasta llegar a mi intimidad, y quitar la última prenda.

Di un suspiro al sentir su lengua en mi, nunca había sentido esa sensación, lamía con delicadeza pero a la vez ferozmente.

Se quitó y buscó en el cajón un condón, se lo puso todo ante mi mirada, me abrió de piernas y lo introdujo de poco en poco, hasta que los dos soltamos un gemido de placer.

Se movía lento, pero yo sentía mucho placer, era mi segunda vez haciéndolo, la primera fue algo no grato para mi, pero esa es otra historia.

— Aah, Eun Ji —gemía mi nombre.

— Ve rápido por favor —dije con mi voz entrecortada.

Aceleró las estocadas, sentía cosquillas en mis pies que iban subiendo hasta mi vientre, señal de que quería dar mi primer orgasmo.

— Por Dios, justo ahí amor. —dije en un susurro— Aaah Yoongi, por favor más rápido.

— ¿Te vas a correr? —mordió su labio.

— Eso creo.

Salió bruscamente de mi y volvió a lamer mi intimidad, pero ahora su lengua iba rápido, hacia círculos mientras introducía dos dedos y hacía estocadas rápidas.

— Quítate, voy a venirme —no me hacía casos, al contrario lo hacía más rápido— Yoon..

Fue lo último que dije antes de venirme.

— Eres tan dulce —pasó una última vez su lengua en mi, haciendo que mis piernas temblarán — Sube, móntame.

Me subí arriba de él y alinee su miembro, quería sentirlo, sentir su miembro y no un plástico, quité el condón y me dejé caer lentamente, sintiendo como entraba hasta el fondo.

— Heey, ¿por qué lo quitas? —dijo asustado.

— Quiero sentirte, ¿a caso tú no?

— Claro que si amor, pero.

— Puedo tomar la pastilla de emergencia, por favor. —hice un puchero.

Mordió su labio y me tomó de la cintura para dar estocadas profundas.

— Puta madre Yoongi —grite y mordí mi labio.

— Aah, estás tan apretada, me encanta.

— Aah, por Dios, por qué eres tan Bueno.

— ¿Te gusta? —me dio una nalgada.

— Si, me encanta. 

Después de muchas estocadas los dos terminamos juntos, estaba cansada, agotada, mis piernas temblaban y mi intimidad aún palpitaba por mi orgasmo.

Nos dimos un baño y nos acostamos nuevamente.

— Eres tan caliente como yo amor —dijo Yoongi.

— No digas eso —sentí mi cara arder.

— Es la verdad, nunca pensé que mi linda novia, tierna, fuera tan caliente en la cama.

— Ya basta —reí— Tú me haces ser así, a decir verdad esta fue mi segunda vez.

— ¿Por qué?

— La primera vez fue con mi ex novio, pero no fue para nada amable, quería darme placer, pero era obvio que no lo sentía, pues era algo nuevo para mi cuerpo, algo donde sentía dolor por qué dentro de mi se estaba rompiendo algo, no iba a sentir placer en la primera vez, luego de eso, me dejó.

— Entonces ¿solo quería acostarse contigo?

— Si, y más sabiendo que era virgen, me arrepiento.

— Hace cuando pasó eso?

— Un año más o menos.

— Quieres que lo busque y lo golpee?

— No, mejor cogeme todos los días como lo has hecho hoy, así me haces olvidar ese mal momento.  —Lo besé.

— Por Dios Eun Ji, me calienta tu calentura —se rió.