Me quedo contigo

33- Dylan - Todo inicio tiene un final

Todo inicio tiene un final

—¡Hay que hacer algo rápido! —grité afligido, mientras cargué a Happy en sus brazos —. ¡No se mueve!

—Yo conozco una veterinaria que está muy cerca de aquí —dijo Claire.

—Vamos, los llevaré en el coche —apareció Gideon.

Claire le fue dando las indicaciones sobre cómo llegar a Gideon.

—Resiste, Happy, resiste —la toqué con suavidad, aguantando las ganas de llorar.

—Ya estamos cerca —Claire me miró con delicadeza.

Sentí que el camino se hacía cada vez más y más largo, y que nunca llegábamos.

—¡Alto! —gritó Claire, que hasta hizo brincar a Gideon del susto —. Aquí es.

No lo dijo dos veces y yo ya estaba saliendo del coche y corriendo adentro con Happy en mis brazos.

—¡Ayuda, por favor! —supliqué desesperado al entrar a la veterinaria.

—Buenas tardes... —Una de las doctoras miró en dirección a Happy —. Venga rápido por acá.

Entramos a uno de los consultorios, en el que otra doctora se encontraba de espaldas, pero que no se giró para ver quiénes habían entrado, simplemente la otra quitó a Happy de mis brazos, y, aún con el dolor de mi alma, se la di para que ella la pusiera sobre una mesa de metal y la otra la comenzara a examinar. 

—Ah... —la doctora sacó todo el aire acumulado que llevaba por dentro y negó con la cabeza —. ¿Qué fue lo que le pasó? —se giró hacia mí, pero cuando ambos nos vimos nos sorprendimos en algo.

—Se escapó del hotel, pero por más que corrí detrás de ella... no pude evitar que esa —rechiné mis dientes — motocicleta la atropellara. 

—Ya veo. Pero lamento decirte que ella —revisó sus orejas y apretó sus ojos — está muy mal. Es poco probable que se pueda salvar.

—No... —negué con mi cabeza —. Por favor, dime que puedes hacer algo..., por favor.

—Dylan, entiendo tu preocupación y lo mucho que quieres que esté bien, pero... —sobó la cabeza de Happy con suavidad — no puedo hacer nada por ella, cuando está así de mal.

Claire entró en ese momento, pero no tuve que decirle nada con palabras, sino que, simplemente la vi y ella lo entendió todo.

—Está sufriendo. Puedes verla por fuera solo con poca sangre, pero por dentro ella está muy lastimada. —Me mostró una de las orejas de Happy —. Y esto lo comprueba. Sus orejas están sangrando, dando a entender que está destrozada por dentro.

—Sweden —susurré por lo bajo —, ¿qué va a pasar entonces?

Ella se acercó un poco a mí y entre un fuerte suspiro me miró para poder decir:

—Dylan, sé que estoy en deuda contigo, quizás para siempre, por todo lo que harás por mi hija, y quisiera ayudarla, pero no puedo hacer nada más que decirte que es hora de que ella salte entre las nubes. Y para eso..., para eso se necesitará que caiga en un sueño profundo. No quiero decirte la palabra que es porque es demasiado fuerte, pero solo así ella —miró a Happy — dejará de sentir dolor.

La otra doctora llegó, pero Sweden, la esposa de mi hermano mayor Rahart, solo le sacudió su cabeza, dándole a entender que nada más se podría hacer para salvar a mi pequeña Happy.

—Les daremos su espacio, piénsalo en este momento. —Apretó mi hombro y se fueron.

—Dime que esto no está pasando justamente ahora —vi a Claire y respiré hondo —. Ella no se puede ir tan pronto.