24- Claire - Un buen dúo

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Un buen dúo

Aún no puedo creer que, después de tanto tiempo y unas cuantas peleas, ahora esté mostrándole a Dylan una de las cosas con las que más soñé.

Al final decir en mi casa que saldría con Reign terminó funcionando —aunque no haya salido con él, claro —, porque sabía que diciendo eso sería más que suficiente para poder irme sin ningún problema.

¿Que cómo di con Dylan?

Bueno, es más fácil de lo que creen. Dylan ahora anda en cualquier medio, entonces dar con él es más rápido de lo que parece, ya que sale en muchas fotos o videos de miles de personas que lo admiran.

Pobre, lo acosan mucho.

Entonces supe que caminaba sobre la calle cerca del hotel donde se hospeda, así que caminé casualmente por ahí y resultó todo de maravilla.

Me giré para verlo y lo pillé observando todo el lugar de forma perpleja. Como si no creyera todo lo que tenía de frente.

En eso, nuestros ojos se conectaron, y yo enrojecí y no encontré qué más decir, ya que no tenía planeado que aceptara acompañarme hasta aquí.

Aclaré torpemente mi garganta.

—¿Te… te gusta? —sonreí a medias —. O eres libre de decir que no —levanté mis manos de inmediato —... No estaría mal algo de sinceridad…, claro.

—Claire…

—La verdad sería bien que dijeras algo, como una sugerencia, para así yo poder darle una mejora…

—Claire, escúchame…

—... O un consejo me vendría mejor igual y…

—Claire…

Dylan me tomó de los hombros y reaccioné después de haber entrado en un momento de cortocircuito.

—..., esto es brillante. Es muy tú.

—¿Muy yo? —soné confundida.

—Sí. Un lugar muy bonito, como tú.

Sonreí debido a eso, pero después ambos nos percatamos de que estábamos muy cerca, por lo que Dylan me soltó y yo di varios pasos hacia atrás.

Ambos empezamos a actuar torpemente, lo cual era gracioso, o al menos para mí lo era.

Dylan comenzó a revisar las telas, como si en verdad le gustará cada color. Y yo, por estar va de verlo, le di vuelta a un montón de alfileres en la mesa y comencé a meterlos de inmediato en el bote de nuevo.

Aunque la mayoría de ellos se metieron en mis manos igual.

En eso, supe bien que era un buen momento para sacar de una bolsa transparente el traje que le estoy haciendo a Gideon, por lo que le bajé el ziper a la bolsa y lo dejé a la vista.

—Mira, éste es el traje de tu hermano.

Él caminó hacia donde estaba y vi cómo su rostro irradió felicidad, porque con sus bellos ojos verdes que se iluminaron de inmediato lo dijo todo.

—Es igual que el boceto que vi en tu habitación hace casi cuatro años.

—Gracias. —Le dije de la nada —. Si tú no le hubieras hablado sobre él a tu hermano, probablemente nada de esto estuviese pasando ahora.

Dylan seguía viendo el traje y pasando sus dedos sobre cada detalle de él de forma cálida.

—Yo sabía muy bien de que podrías hacerlo. Fue por eso que le mostré a Gideon la foto del boceto.

Me quedo contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora