Me quedo contigo

34- Claire - Tatuajes

Tatuajes

Es increíble que ya pasaron tres meses. Meses en los que han pasado cosas maravillosas. La tristeza fue desapareciendo de nuestras vidas porque la felicidad llegó, y quiero creer que no se irá tan rápido... o al menos eso espero.

Y, aunque Reign salió de la cárcel hace dos meses, no ha vuelto a aparecer cerca. No porque de él no nazca, sino porque papá, Dylan y la abogada Meghan me acompañaron a la comisaría a poner una orden de restricción —no solo para mí, sino para todos los de esta casa, incluso para mamá y Ginna igual —, con lo que me dejó en paz en seguir mandándome miles de mensajes, diez llamadas cada cinco minutos y todo eso. Así que, llego a la conclusión de que jamás tuve que haberle hablado a Reign, pero, a veces, uno no sabe con la clase de personas que se puede llegar a topar de la nada.

Unas veces todo fluye para bien y otras para mal.

Algunos se quedan y otros no.

Y otros te aman, mientras otros te decepcionan o te dan la espalda.

Así es la vida.

Y hace dos meses también, Reign le quitó el restaurante a May, su hermana menor, por haberme ayudado a decir unas cuantas cosas que su hermano hacía para poder espiarme o acosarme, cosa que a él no le gustó para nada, así que hizo de todo para poder cambiar de nuevo el nombre del dueño del restaurante y ahora May ya ni trabaja ahí, al igual que Theo y Jesse, quienes terminaron siendo echados por Reign igual luego de haber defendido a May.

No les miento, en serio me dolió que Reign le hiciera eso a su propia sangre ese día, pero, ahora, ya no me sorprende tanto, ya que conozco lo malo que puede llegar a ser Reign cuando algo no sale como lo planea o cuando alguien le hace una mala jugada.

May me apoya siempre, pero esta vez lo había hecho más de la cuenta al haberse enfrentado a su hermano de esa forma. Y no saben cómo me sentí de bien ante ello, ya que sentí el verdadero amor de su parte por haberme ayudado así.

May siempre me demostró lealtad y cariño, cosa que me hizo sonreír siempre. Y es que, no existe día ni hora en la que yo no agradezca por su amistad, ya que me ha servido en mucho durante estos tres años en los que me sentía mal y sola, y es que siempre estuvo conmigo en ausencia de mis demás amigos. Ella siempre llenaba el vacío que en mi vida existía. Siempre me sacaba una sonrisa cuando andaba triste. Y me daba abrazos llenos de amor cuando sentía que ya no podía más. May, además de haber sido mi compañera universitaria, va a formar parte de mi vida para siempre, de eso estoy más que segura, porque cuando alguien te quiere, esa persona lo demuestra a cada instante, y con ella me pasó desde el primer día que me sonrió en el salón.

Si se preguntan que cómo va mi relación con Dylan, pues vamos super bien, estamos muchísimo mejor que antes, tanto que ahora, de vez en cuando, dormimos juntos, ya sea en su habitación o en la mía. Cosa que a nadie le molesta ya, y me siento contenta por la confianza que papá y Francely nos dan. Vivo feliz con Dylan, y aunque estemos en la misma casa, todos siempre nos dan nuestra privacidad. Y ya hemos hecho muchas cosas juntos como en los viejos tiempos, solo que, si añado algo, sería que me pone a jugar videojuegos con él y que siempre pierdo, cosa que al muchacho lo pone demasiado feliz y me molesta con eso siempre.

Y no somos la única pareja que vive junta ya, ya que resulta que papá convenció a Kyrre de pedirle a Genevieve de que se viniera a casa para que no estuviera sola en el hotel, por lo tanto, ella contenta aceptó eso y ahora ya somos tres parejas viviendo en el mismo techo.

Fantástico, ¿no?

Iba bajando las escaleras con demasiada tensión, ya que ahora presentaré un vestido en el que llevo trabajando desde hace dos meses: Es rojo, bastante elegante y, sobre todo, hecho todo por mí.