ᑕᗩᑭITᑌᒪO 29

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Pov's Andrés

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Pov's Andrés

Desperté con un dolor de cabeza horrible, también me dolía mi cuerpo a una gran escala, estaba lleno de mordidas, chupetones y golpes en mi trasero, sentía asco de mi mismo, de mi cuerpo...

Apenas logré sentarme ya que mis brazos flaqueaban y me sentía débil, no he comido nada desde anoche, maldito Samuel. Quiero estar con Ari, que me abrace fuerte y no me deje ir de sus brazos, lo extraño mucho, lo necesito aquí conmigo.

-- Oye muñeco ¿Ya despertaste?.-- y ya llegó a joder este maricón.

-- Sí...

-- Toma.-- tiró una muda de ropa frente a mí -- ponte eso, me vas a acompañar a una reunión de empresa y más te vale comportarte, si no, ya sabes las consecuencias.-- cerró la puerta de un portazo dejándome nuevamente solo, como se nota que es primo de la psicópata de Mia.

El conjunto a decir verdad no estaba tan mal, era bonito; una camisa blanca con encaje en el cuello y mangas holgadas al final, unos pantalones formales de color negro y los zapatos...bueno creo que son unas Nike  negras, no se de marcas.
Con algo de dificultad logré levantarme de la cama, mierda me duele mucho el cuerpo; tomé la ropa y cojeé hasta el baño. Me quedaba bien el conjunto, he de admitir que a pesar de ser un idiota tiene buen gusto. Salí del baño y Samuel estaba afuera esperándome.

-- Te ves hermoso, cariño.-- tomó mi mano y beso el dorso de esta, me da asco todo esto, pero debo resistir hasta que puedan encontrarme, si es que lo logran.

Entrelazó nuestras manos y me guío fuera de la casa donde nos montamos en su limusina, no entiendo por qué tanto lujo si solo vamos a una empresa porque este hombre tiene una reunión y quiere lucirme ante sus socios ¿Cómo lo sé? Tengo mis fuentes.

Durante todo el viaje estuve mirando por la ventana del auto, pensando en todos los lindos momentos que pasé junto a Ari, me pregunto que estará haciendo ahora.

-- Ya llegamos, jefe.-- el conductor paró la limusina frente a un gran edificio, creo que hasta un piso más alto que el de mi antiguo penthouse.

Samuel salió primero que yo, luego me ayudó a salir. El sol de la tarde chocó con mis ojos y sentí la brisa remover mis rizos. Últimamente ya no los cuido como antes y están un poco maltratados, ya no tienen la suavidad de antes.

-- No hagas tu drama cuando estemos ahí dentro, no te alejes de mí a menos que sea necesario, y solo habla si te dirigen la palabra.-- asentí con mi cabeza y caminamos dentro del lugar.

Todo estaba muy bien decorado, es bonito y acogedor, los trabajadores se ven simpáticos y que disfrutan su trabajo, me gustaría estar en mi restaurante, sirviendo cócteles a los clientes y pelear con Sebas mientras Polém se queja de nuestra inmadurez. Bueno, no estoy seguro de si volveré a aquellos tiempos de felicidad, pero al menos puedo recordarlos.

ᗷᗩᖇᗰᗩᑎDonde viven las historias. Descúbrelo ahora