🔞 ᑕᗩᑭITᑌᒪO 3🔞

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Bufó y se cruzó de brazos — Jódete

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Bufó y se cruzó de brazos — Jódete.

¿Podrías dejar de insultarme por un rato?

No...ahora que me acuerdo.— lo miré — no me dijiste que te pasaba cuando estábamos en el living.

¡Me cago en tí!

Me sonrojé un poco al recordar el por qué de mi actitud en el living, el me miró extraño, se levantó de la cama y se acercó a mi.

¿Y ese sonrojo, Coronel?.— me preguntó con descaro. Como si no supiera.

No es nada.— le respondí algo nervioso.

Ohhh, claro que sí lo es, ¿En qué estabas pensando?.— se sentó en la cama reposándose en sus rodillas, mientras me veía con esa sonrisa perversa.

En besarme contigo — En nada, es que hace un poco de calor.— ¿Podría ser más idiota? mi casa tiene ventilación a cada habitación y pasillo, y el aire acondicionado debía de estar a más de sesenta. Abreviando, no había una razón lógica para que hiciera calor.

Si claro, calor. Ahora que lo pienso, tienes razón.— se levantó de la cama y cuando menos lo imaginé se quitó la camisa y la tiró en algún lugar de la habitación sin despegar su vista de mí.

¿Q-qué haces?.— me sonrojé mucho más, tenía un cuerpo hermoso y algo marcado con unas muy buenas curvas, quedaba en perfecta combinación con su tez pálida.

Pues, me dió calor y me quité mi camisa porque, bueno, tú mismo lo dijiste, hace calor. Capaz hasta mis pantalones me quite.— empezó a bajar los jeans que traía de una forma tan seductora que para este punto juro que me estaba muriendo.

Terminó de bajarse las prendas superiores quedando solamente en bóxers, que marcaban a la perfección su miembro y trasero. Cubrí mi boca con mi mano derecha que era aguantada por mi brazo libre, mordía mi labio inferior mientras lo miraba muy sonrojado, y el no sentía ni una pizca de vergüenza, hasta se sentó en mi cama otra vez mientras aún me miraba con esa mirada lasciva.

¡Al carajo todo!

Me acerqué a él y me incliné apoyando mis manos en el colchón al lado de su cintura, quedando a centímetros de sus labios.

¿A qué esperas? Se nota que te sobran ganas.— me dijo en un tono perfecto de burla y seducción.

Es que después te enojas conmigo.— miré sus ojos color avellana que tenían un brillo indescriptible.

Créeme, no eres el primero, así que no habría por qué enojarme contigo.— arrulló mis mejillas con sus pulgares mientras rozaba nuestras narices y hablaba con una serenidad envidiable en una situación como esta.

ᗷᗩᖇᗰᗩᑎDonde viven las historias. Descúbrelo ahora