"Tú y yo tenemos una historia, no intentes ignorarlo, hermosa".
Jeon JungKook y Shin HyeLin tuvieron una relación de amigos con derechos durante la secundaria, luego de la graduación todos tomaron rumbos diferentes. Unos años después ambos se reencu...
NamJoon detuvo su auto fuera de la casa, tanto él como JungKook intercambiaron una mirada preocupada, pues la puerta se encontraba entreabierta. Miraron alrededor al bajar del vehículo encontrando sólo silencio.
—Subiré las maletas al auto, ve por Hye.
JungKook asintió entrando con él a la casa. Todo estaba en completo orden, pero la tranquilidad era extraña aumentando el mal presentimiento. El pelinegro se dirigió a la habitación de HyeLin mientras NamJoon se encargaba del equipaje en la entrada, empujó la puerta entreabierta sin tener a la castaña a la vista.
—¿HyeLin?—llamó. Revisó debajo de la cama y en el armario grande—¿HyeLin?—su temor de que JaeWang la hubiera atrapado de nuevo fue aumentando. Se asomó en la ventana viendo a Nam subir las cosas al auto—Maldición—gruñó, pasó su mano por su cabello con angustia y entonces escuchó una voz familiar.
—JungKook.
Miró alrededor levantando la cabeza. Sus cejas se levantaron al distinguirla sobre el techo, se encontraba más pálida de lo normal.
—Hye. ¿Cómo...?
—Recordé lo que dijiste cuando esos hombres entraron a la casa, ¿Recuerdas?—su voz temblaba tanto como sus brazos. Apoyada en la orilla del techo aumentaba su vértigo, había subido allí, pero ahora no sabía como bajar—Debajo de la cama y dentro del armario sería predecible.
—¿Por qué no entraste a la piscina?
—Revisaron toda la casa, no quería arriesgarme.
—¿Dónde está tu madre?
HyeLin negó con la cabeza, sus ojos tomaron un brillo triste que intentó disimular con una mínima sonrisa.
—Se la llevaron. Mamá me ayudó a subir aquí, dijo que no bajara hasta que ustedes llegaran.
—Te ayudaré bajar, ¿Puedes colgarte de la orilla?
—No puedo moverme—negó con la cabeza—Estoy paralizada.
—Tranquila. Espera un momento—miró alrededor pensando en algo rápido. Subió sus pies al marco de la ventana sosteniéndose firmemente de ésta, estiró su brazo tomando la muñeca de Hye ayudándola a moverse, la castaña resbaló en medio de su nerviosismo, JungKook la atrapó con su brazo al rodear su cintura metiéndola a la habitación, ambos cayeron al suelo—¿Estás bien?, ¿Estás herida?
—No, estoy bien—se levantaron y acto seguido lo abrazó con fuerza obteniendo la misma respuesta de él—Se llevaron a mi madre, JungKook—susurró. Sus manos se tensaron en su camisa.
—Lo siento mucho, Hye—la estrechó en sus brazos. No podían volver si lo que debían hacer era escapar.
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