Mini-mini maratón 3/3
Pasamos dos noches en la casa de esa mujer, yo me habría ido apenas llegamos, pero ella se empeñó en alimentarme porque dijo que se me veían los huesos.
No sabía que estaba tan mal porque Lyria se veía como siempre. Ella se quejaba de que su madre le decía gorda y yo me enojaba con las dos porque era mentira, Lyria no estaba gorda y ella le creía igual, pero después del embarazo dejó de importarle. Y así la veía yo: bien. Quizás la señora la veía diferente.
—¿Por qué no le hablas?— susurré mientras la señora preparaba el almuerzo—. No eres muda, dile algo al menos.
—No puedo hablar con ella, pero contigo sí, así que escúchame.
—Eso hago.
—Nos vamos hoy.
—¿Por qué?
—Porque podrás ver a la reina Hania si te apuras.
—¿Cómo es que sabes todo eso?
—Nos vamos ahora— repitió mientras se ponía de pie sin hacer ningún ruido.
La señora llegó a la mesa y me dedicó una sonrisa, pero no logró ocultar la lastima que sentía por mí.
Yo no quería lástima.
—Gracias, es muy amable, pero nos tenemos que ir ahora mismo.
—Zahiredd, deja de perder tiempo.
Le dediqué una mirada a Lyria que indicaba que había que tener cuidado, no debería usar mi nombre. Eso nos metería en problemas.
—Ella no me escuchó.
—Lo gritaste— siseé.
Cuando me volví, la mujer ya no estaba, al principio me asusté, pero luego apareció con una capa similar a la que usé la primera vez que salí a su pueblo.
—Ten, esto ayudará a ocultar tus heridas, si la gente las ve te negará la ayuda porque pensarán que eres un criminal antes que un balceriano, y también ten esto— me dio una pequeña bolsa con monedas—. La comida aquí es barata.
—Gracias.
—Que tus dioses te acompañen— me dijo desde el marco de la puerta antes de cerrarla.
Yo me quedé helado, por dos cosas. La cantidad de gente que había por las calles y porque odiaba a los dioses. A todos, pero sobretodo a los de Balcé. La diosa de la luna y los dioses de la noche, aún más a Notris, el brinda protección. Los dos eran mentirosos. Los odiaba.
—Zahiredd— me llamó Lyria—. Vamos.
Le hice caso, empecé a caminar atrás de ella, que me guiaba entre la gente.
Nadie se volteaba a vernos y me alegré de eso.
●○●
Llegamos a una plaza muy linda adornada con plantas que rodeaban unos postes y formaban un círculo. Todo estaba muy lindo y allí había mucha gente, pero nadie estaba en el centro. Estaban esperando algo. No sabía qué, pero esperé también.
Al cabo de unos minutos unos caballeros anunciaron la presencia de la reina Hania y cuando llegó todos le inclinaron la cabeza, yo no lo hice porque se suponía que era el rey de Balcé y porque no reaccioné a tiempo.
Al menos la reina depositó sus ojos en mí durante un buen rato.
—Habitantes de Elfesta— habló con fuerza para que todos la escucharan—. La reina Sidrajes ha cometido el mayor delito de nuestra historia, ella ha asesinado a toda la familia real y sometió a las casas y al pueblo. Pero no está conforme y no va a parar hasta que los cuatro reinos restantes se inclinen ante ella.
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El Exilio del Príncipe [#1]
FantasiaEl príncipe Zahiredd es el único hijo de la luna y heredero de Balcé, es un puente entre los dioses y su reino. Pero la Serpiente destruye ese puente, le corta las alas y le roba la corona, entonces él tendrá que dejar su reino en busca de ayuda. A...