Han pasado tres días. En recuento de estos días está el tema de Enzo, el cómo me he sentido y el cumpleaños de mi mejor amiga.
Enzo se quedó conmigo un día y mitad del otro, por muy extraño que parezca no tuvimos sexo, él se negó rotundamente. Por otra parte no me incomodó dormir con él, es más me sentí incluso bien.
¿Qué me está pasando? Ni yo misma sé.
Utilicé el cumpleaños de Keira cómo una excusa para disfrutarlo más tiempo, sin embargo, esa misma tarde, luego de celebrar por la mañana con nuestra amiga, se marchó.
Por otra parte, ayudé al imbécil de Aiden a prepararle una sorpresa a Keira en la noche. No tuve que hacer mucho, solo quitarle la llave de su departamento, de lo demás se encargaría él. Ya no me cabe dudas de que ese hombre está perdido con Keira, sus actitudes de niñato por momentos, son las mismas que las mías, miedo a actuar de la forma que dicta su cuerpo y terminar roto.
En cuanto a mi estado emocional, mientras Enzo ha estado conmigo todo estuvo bien. Ahora me entretengo en otras cosas para no pensar en ello. No puedo permitirme unir mis vivencias antiguas, con las que tuve hace poco y volver a hundirme en un sufrimiento, pesar o lástima conmigo misma…esta última es la más mala de todas.
Enzo también me llama bastante seguido, cosa que me está haciendo adicta al maldito teléfono.
Ahora me encuentro caminando hasta el departamento de mi mejor amiga. Una tarde con ella, a pesar de escucharla quejarse o maldecir, o que el plan sea sentadas viendo sus horribles pelis de miedo, me reiniciaran la vida. Porque es así, los momentos con una amiga, reinician la vida…o al menos una de verdad.
Toco la puerta de su departamento. Quién abre es Gabriela, la saludo antes de entrar.
—¿Dónde está mi marida? —bromeo, pero veo que mi amiga no está para bromas—. ¿Qué te sucede?.
—El día que dormí con Aiden, se me olvidó la píldora. Me acordé días después. Pensé que por esa única vez no pasaría nada, pero la verdad ya debería haber pasado mis días y nada.
¡Oh dios! ¡Por estas cosas no dejo pasar por alto el puto preservativo!
—Salgamos de duda entonces, vayamos a comprar un test —expreso rápidamente, no hay que dilatar más la situación.
Vamos a la tienda y yo me encargo de comprar el test. Keira está demasiado nerviosa, además le da algo de pena. Regresamos al departamento de Keira y la apremio para que vaya pronto al baño.
—Keira podrías dejar de moverte tanto, me pones aún más nerviosa —comento.
Ella ignora mis palabras y sigue caminando desesperada. Joder. Que no soy yo y me estoy poniendo de los nervios.
—Nada aún —dice mirando el test.
—Si es positiva ¿Qué harás? —pregunta Gabriela.
—Tenerlo. No importa lo que decida Aiden, será mío. Hablaré con mis padres —manifiesta Keiri.
La apoyaré en lo que decida, si es tener a ese niño, yo estaré a su lado y si Aiden no responde, pues nada a trabajar más se ha dicho, pero a mi sobrino o sobrina no le faltará nada.
—Keira si estas embarazada te apoyaré en todo —expongo. Palabras que sobran, pues ella sabe que jamás la dejaría sola, pero en este momento necesita escucharlo en alta voz.
—Igual yo Kei, será mi sobrino, a pesar de tu situación con mi hermano, voy a estar muy feliz —le dice Gabi.
Keira vuelve a mirar la prueba. Su cara lo confirma todo, incluso deja caer el test al suelo.
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Mi loca perdición
RomanceMi loca perdición, es el libro de Andrea, no lo agregué como otra parte de Inmunes, porque esta historia sería independiente. Sé que los que hay leído Inmunes, esperan con ansias también este libro. De Andrea pueden saber, que es una mujer extrove...