Contado por Enzo
Salí de Nueva York con mil protestas de mi cuerpo, que dictaba una y otra vez que no me alejara, que no dejara sola a mi chica…porque sí, ella era mi chica. Todavía nos falta mucho que trabajar o incluso evolucionar pero sin dudas lo podremos hacer juntos.
No tengo miedo abrirme a lo que siento, pero ella sí lo tiene. Estoy seguro de dónde está mi lugar en el mundo y voy a ocuparlo. Con ella tengo una paciencia infinita. Recomponer algo que tú no rompiste es un trabajo difícil, pero no imposible. Es como si una tasa de porcelana se cae y rompe en un millón de pedacitos y quieres repararla. Deberás poner mucha dedicación para volver a juntar cada uno de esos pedacitos.
Andrea ha pasado por tanto y eso que yo solo conozco lo que optó por contarme. Es increíble cómo a pesar de todo le sonríe a la vida, demostrándole que ella es más dura. Jamás pensé encontrarme alguien tan extraordinaria en un mundo tan común.
—Señor lo busca…―las palabras de mi secretaria se quedan al aire cuando la psicóloga irrumpe descaradamente en mi oficina.
—Yo no necesito presentación cariño ―le dice ella a mi secretaria.
Camina por mi oficina y se sienta en la mesa frente a mí.
—Está bien Bea. Puedes retirarte ―expreso.
Miro sin pisca de positividad a la mujer que está sentada frente a mí. Otra falsa réplica de Andrea, me atrevo a asegurar que es la que más empeño ha puesto en imitarla.
—No vuelvas a entrar así a mi oficina Alexia ―digo con notable tranquilidad, sin embargo mis palabras eran fuertes.
—Debes continuar con las consultas ―comenta mientras hace el intento de sentarse en mis piernas—. Tienes que olvidarla. Yo haré que la olvides.Su mano agarra mi cuello y busca desesperada mi boca. Agarro sus caderas con fuerza y la levanto de encima de mí.
―Deberías utilizar todo el dinero que has ganado con tus consultas en conseguir un psicólogo para ti. De psicóloga pasaste a ritmo acelerado a paciente —expreso.
―Podría hacerme esos tatuajes que te encantan —expone pasando de lo que dije anteriormente.
No entiendo de qué forma ella terminó en este estado. Su comportamiento se ha agravado con el tiempo.
―No te atrevas a tatuarte —declaro casi rujo. No quiero que alguien más tenga esos tatuajes en el mismo lugar donde mi chica lo tiene―. Si lo haces…
Ella se acerca a paso apresurado hasta mi alcance y coloca sus dedos en mis labios impidiendo que siga hablando.
—Tranquilo mi amor, no lo haré ―manifiesta. Su voz sale suave y desesperada por hacer lo que le ordeno—. Vamos a nuestra casa. Te he preparado tu desayuno favorito. Quiero que lo disfrutes como tanto te gusta, desde mi cuerpo.
Con sus palabras y su forma de hablar me demuestra que definitivamente no está bien. Ha confundido todo lo que le conté en las consultas y se ha puesto ella como la protagonista de la historia.
―Alexia no somos nada. Tú eres la psicóloga y yo el paciente que nunca encontró mejoría. Indiscutiblemente no puedo ni quiero olvidarla. Así que mis consultas han terminado. Y si eres bastante inteligente entiendes que nuestros encuentros también.
Ella se aferra a mi cuello y apoya su cabeza en mi pecho.
—No puedes alejarte de mí, amor. Tenemos planes. Pronto tendremos una familia ―comenta con voz temblorosa.
En qué puto casting me habré metido. Esto tiene que ser la grabación de alguna novela. No puedo entender esta obsesión tan repentina.
Cómo puede alguien inventarse tal película en su cabeza. Cómo puede sonar tan firme diciendo tanta basura. Ni siquiera con Andrea he hablado de un futuro y es con la única que lo quiero.
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Mi loca perdición
عاطفيةMi loca perdición, es el libro de Andrea, no lo agregué como otra parte de Inmunes, porque esta historia sería independiente. Sé que los que hay leído Inmunes, esperan con ansias también este libro. De Andrea pueden saber, que es una mujer extrove...