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Jin Sik corrió hasta la mansión. No se detuvo hasta que estuvo frente a la verja de entrada. Tocó el timbre como un loco; lo golpeó tan fuerte con el puño que casi lo estropeó. Fue un milagro que le permitieran entrar en la propiedad. Atravesó corriendo la distancia que lo separaba del pórtico y después aporreó la puerta con todas sus fuerzas. El ama de llaves abrió unos minutos después y le permitió pasar. 

La mujer tenía los ojos enrojecidos, como si hubiera estado llorando. Jin Sik temió lo peor, mas se obligó a conservar la esperanza. "Todo es una broma", se dijo a sí mismo por milésima vez. 

―Necesito ver a Niran ―le pidió Jin Sik al ama de llaves―. Es urgente. Necesito verlo ahora mismo para comprobar que se encuentra bien. Por favor, dígale que quiero hablar con él.

Ella negó suavemente con la cabeza y se cubrió la boca con la mano. La tristeza y lástima que reflejaban sus ojos no dejaba lugar a dudas, pero Jin Sik continuó insistiendo. 

―Por favor, déjeme verlo ―suplicó, arrodillándose frente a ella―. Sólo un momento..., le prometo que sólo será un momento... ―balbuceó. Acto seguido, ocultó el rostro entre sus manos y empezó a llorar desconsoladamente―. Dígame que no es verdad. Dígame que él está bien. Es lo único que le pido..., por favor... ―dijo con voz amortiguada. 

El ama de llaves no pudo evitar llorar de nuevo. La agonía de Jin Sik era desgarradora. 

Para desgracia de ambos, Achara entró en el vestíbulo en ese preciso momento, tan inoportuna como siempre. Su rostro tenía la misma expresión altanera y cruel a la que todos quienes la conocían se habían acostumbrado. Al mirarla, era imposible intuir que acababa de perder a alguien que, en teoría, era importante para ella. 

―Supongo que ya te enteraste ―comentó, mirando a Jin Sik con desdén―. Dios, eres la viuda más patética que he visto en mi vida. ¿Acaso no tienes dignidad? ―le reprochó, exasperada. Luego, se pasó una mano por el cabello y dijo―: No puedo creer que alguien esté llorando por mi hermano. Siempre pensé que Niran terminaría como Jay Gatsby: completamente solo y olvidado.

Jin Sik no respondió. La voz de Achara sonaba muy lejana..., o tal vez la mente de Jin Sik estaba cada vez más lejos de la realidad.

―El lado positivo de este asunto ―continuó hablando Achara, sin tener ni una pizca de compasión por el sufrimiento ajeno― es que al menos mi querido hermanito tuvo una muerte interesante. Ridícula, pero interesante. O sea, literalmente su destino era pudrirse en esta mansión, o en alguna otra que compraran mis padres. Dentro de pocos años se hubiera convertido en un parásito desagradable, mucho peor de lo que...

Pero no pudo continuar con su horrible discurso porque el ama de llaves le dio una bofetada. 

―¡Les diré a mis padres que te despidan, vieja bruja! ―chilló Achara, furiosa.

La mujer respondió, pero Jin Sik no escuchó lo que dijo, puesto que el mundo empezó a girar a su alrededor y su visión se fue a negro. 

𝑺𝒂𝒗𝒆 𝒀𝒐𝒖 | 𝐽𝑖𝑛 𝑆𝑖𝑘 | 𝐱𝐢𝐤𝐞𝐫𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora