El sol brilla radiante en el cielo azul mientras Corea se sienta en el jardín con su pequeña Coco. Los rayos de sol iluminan sus risas y juegos, creando un ambiente lleno de alegría y complicidad.
Corea: (riendo) ¿Dónde está tu nariz, Coco? ¡La voy a agarrar!
Coco mira a su papá con ojos curiosos y expectantes. Corea lleva su mano hacia la nariz de Coco y finge tomarla con cuidado, guardándola en su bolsillo.
Corea: (jugueteando) ¡Oh no, parece que he atrapado tu nariz, pequeña princesa!
Coco parpadea sorprendida, y luego, con una expresión de asombro, comienza a tocar su nariz con sus manitas. Pronto, sin embargo, su sorpresa se convierte en una expresión preocupada y sus ojitos se llenan de lágrimas.
Coco: (con voz temblorosa) ¡Na!...
Las lágrimas comienzan a rodar por las mejillas de Coco mientras mira a su papá con una mezcla de tristeza y confusión. Corea no puede evitar reírse suavemente ante la adorable reacción de su hija.
Corea: (riendo) ¡Oh no, mi pequeña princesa! ¡Aquí está tu nariz de nuevo!
Con un movimiento rápido, Corea saca la nariz ficticia de su bolsillo y la devuelve a su lugar en la carita de Coco. La pequeña mira su nariz con alivio y sus lágrimas comienzan a desaparecer.
Coco: (con voz aliviada) Na!...
Corea: (acariciando suavemente la cabeza de Coco) Sí, aquí está tu nariz, mi amor. ¡No tienes que preocuparte!
Coco, ahora más tranquila, se aferra a su nariz con sus manitas y sonríe a su papá. Corea aprovecha el momento para hacer cosquillas en la barriguita de Coco, provocando risitas y carcajadas.
Corea: (jugando) ¡Y ahora, a ver quién puede hacer más cosquillas! ¿Estás lista, Coco?
Coco: (riendo) ti!
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En una tarde tranquila, Colombia se encuentra en el suelo de la sala de estar, rodeada de peluches y juguetes, junto a su pequeño Colsur. Coco está descansando en su cuna, recuperándose de la gripe, lo que le brinda a Colombia y Colsur un tiempo especial para jugar juntos. Colsur agarra su osito favorito y lo muestra con entusiasmo a su mamá.
Colsur: (sonriendo y gesticulando) ama!
Colombia: (riéndose) ¡Vaya, Colsur, ese es tu osito favorito! ¿Qué tienes planeado hoy?
Colsur sostiene el osito en sus manitas y empieza a colocar otros peluches alrededor, formando una especie de círculo. Colombia observa con curiosidad y se une a la diversión.
Colombia: (jugueteando) ¿Qué estás haciendo, mi pequeño estratega?
Colsur: (riendo y señalando) Pum, pum!
Colombia comprende la idea de Colsur y juega junto a él. Toma uno de los peluches y empieza a moverlo como si fuera una princesa en apuros.
Colombia: (fingiendo una voz dramática) ¡Oh no, mi valiente ejército de peluches, necesito su ayuda! ¡Un dragón de peluche me tiene prisionera!
Colsur se emociona y toma otros peluches, organizándolos en fila como si fueran soldados preparados para la batalla.
Colsur: (gesticulando) ba, ba!
El pequeño Colsur hace que sus tropas de peluches avancen con determinación hacia el "dragón" de peluche, mientras Colombia sigue fingiendo estar en apuros.
Colombia: (riéndose) ¡Vamos, valientes soldados! ¡Rescaten a la princesa y derroten al temible dragón!
Colsur se divierte moviendo los peluches y tratando de "atacar" al dragón de peluche. Finalmente, el "dragón" es vencido y la "princesa" es liberada.
Colsur: (sonriendo y gesticulando) Ti!!
Colombia aplaude emocionada y felicita a Colsur por su valiente hazaña. Los dos ríen juntos mientras continúan jugando con sus peluches.
Colombia: (abrazando a Colsur) Eres un verdadero héroe, mi amor. Siempre estaré aquí para jugar contigo y ser tu compañera en todas tus aventuras.
Colsur abraza a su mamá y le da un tierno beso en la mejilla. Aunque las palabras no son necesarias, el amor y la conexión entre madre e hijo son evidentes en cada gesto y mirada compartida.
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ღnuestro regalo más belloღ 🇨🇴x🇰🇷
Ngẫu nhiênCorea de Sur (Corea) son pareja desde hace un tiempo, y ahora un pequeño regalo esta a punto de llegar a sus vidas