ღnuestro regalo más belloღ 🇨🇴x🇰🇷

12- fugas de leche🍼

Una noche tranquila envolvía la habitación mientras Colombia y Corea dormían abrazados. Sin embargo, la paz se interrumpió cuando Colombia despertó sintiendo sus senos húmedos. Las fugas de leche eran algo normal en su etapa de embarazo, pero eso no evitaba que se sintiera incómoda y un poco avergonzada.

Colombia:(con rabia) vida tan hijueputa...

Colombia se separó suavemente de Corea para limpiarse y cambiarse el pijama. Aunque quería evitar cualquier situación embarazosa, se sintió frustrada y molesta por el momento inoportuno de las fugas de leche. Al volver a la cama, se acostó dándole la espalda a Corea.

Corea se despertó al notar la ausencia del cálido abrazo de Colombia y se dio cuenta de que ella le daba la espalda. Sin entender completamente lo que sucedía, se acercó con cuidado y la rodeó con sus brazos.

Corea: (con voz suave) ¿Pasa algo, Colombia?

Colombia: (con cierta decepción) Es solo que... las fugas de leche son incómodas y vergonzosas. No quiero que me veas con la ropa húmeda, y me frustra despertar en medio de la noche por esto.

Corea: (comprensivo) Lo entiendo, cariño. Pero no tienes por qué sentirte avergonzada. Es algo completamente normal durante el embarazo, y no me molesta en absoluto. Además, estamos juntos en esto, recuerda.

Colombia: (suspirando) Lo sé, pero es difícil no sentirme así. Solo quiero que todo sea perfecto para nosotros y para nuestro bebé.

Corea: (acariciando suavemente su cabello) Nada tiene que ser perfecto, mi amor. Lo importante es que estamos juntos, apoyándonos mutuamente en este viaje. Las fugas de leche son solo una pequeña parte de toda esta experiencia maravillosa que estamos viviendo.

Colombia asintió, sintiendo la tranquilidad en las palabras de Corea. Aunque seguía un poco preocupada por las fugas de leche, se sintió reconfortada por el amor y la comprensión de su pareja.

Colombia: (con gratitud) Gracias por entenderme, Corea. A veces me siento un poco abrumada por todo esto.

Corea: (besando suavemente su mejilla) Estoy aquí para ti, siempre. Cada paso del camino, estaré a tu lado, apoyándote y amándote incondicionalmente.

Colombia sonrió, sintiéndose amada y protegida en los brazos de Corea. Se acomodó nuevamente junto a él y cerró los ojos, intentando conciliar el sueño una vez más.

Colombia: (con ternura) Te amo, Corea.

Corea: (con cariño) Y yo te amo a ti, Colombia. Nada cambiará eso.

El amor entre Colombia y Corea crecía a medida que enfrentaban los desafíos y las alegrías del embarazo juntos. Las fugas de leche eran solo una pequeña parte de su viaje hacia la paternidad, y ambos sabían que cada momento, incluso los más incómodos, serían valiosos recuerdos que atesorarían por siempre.