Voy caminando por la calle buscando una víctima para esta noche, al llevar una semana sin comer mis heridas no se curan tan rápido como quiero, así que, sin más remedio, necesito alimentarme para poderme curar; las calles están realmente vacías, lo normal al ser invierno, ¿quién se quedaría fuera si dentro de su casa está calentito?, mi única opción es la vía rápida, me dirijo hacia la calle donde se encuentran las señoritas de compañía aunque su sangre es realmente asquerosa, por la cantidad de productos basura que consumen, es lo único que tengo a mano; empiezo a caminar por la calle, paso en frente de ellas esperando a que una se acerque a mí, no pasa mucho tiempo hasta que una me habla.
-¿Quieres compañía esta noche?
-Me encantaría- digo con una gran sonrisa en mi cara.
-Sígueme.
Empieza a caminar y yo voy detrás de ella, empezamos a pasar por varias callejuelas hasta que llegamos a una especie de casa, saca la llave de un pequeño bolsito que cuelga de su hombro, habré la puerta y entra, yo me quedo parado por fuera esperando a que me invite a entrar, al ver que no se percata que aún sigo por fuera, la llamo.
-¿Aún no has entrado?- dice dirigiéndose a la puerta tras mi llamado.
-Necesito que me invites a entrar.
-¿Enserio?- dice mientras suelta una pequeña risita.
-Estoy chapado a la antigua- digo mientras me encojo de hombros.
-¿Quieres pasar?
-Claro- digo guiñándole un ojo y sonriendo con picaresca.
Nada más entrar la chica se me tira encima y empieza a dejarme un rastro de besos por el cuello, yo la levanto haciendo que ella enrede sus piernas en mi cintura, cierro la puerta tras de mí y empiezo a caminar en dirección al dormitorio, ella sigue con su sin fin de besos hasta que llegamos al dormitorio y la tiro a la cama, la miro inspeccionando cada centímetro de su cuerpo, me coloco encima de ella apoyándome con las rodillas y manos a cada lado de su cuerpo, apresuradamente se lanza a el botón de mi pantalón para desabrocharlo pero le cojo la mano para impedírselo, me acerco lentamente a ella y le huelo suavemente el cuello y, acto seguido, le doy un pequeño beso, le quito la camisa y empiezo a regar besos por todo su abdomen hasta subir otra vez al cuello, que difícil es que se le acelere el corazón, ya me estoy cansando y ella no se ha puesto ni un poco nerviosa así que decido, de una vez por todas, enseñarle mis grandes caninos y por fin el miedo se apodera de su cuerpo, se intenta zafar de mí pero pongo más fuerza en el agarre y, una vez que su corazón va tan rápido como quiero, le muerdo el cuello y empiezo a drenar su sangre de una manera muy rápida, acabando con su vida rápidamente. Cuando termino de limpiarme toda la sangre que tengo por arriba voy a la cocina y cojo un cuchillo, me acerco a la mujer que yace muerta encima de la cama, le agarro las muñecas y corto sus venas, limpio las huellas que puedo haber dejado por la casa y me voy.
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Ángel.
VampirePara que decir de que se trata, si la puedes leer. Adentrate en una historia llena de emociones donde nuestro protagonista tendrá que lidiar entre su pasado y su nueva vida. Prohibida la copia del libro, todos los derechos reservados. Para que copia...