Voy caminando por las calles, sumido en la oscuridad de la noche, camino lento, sintiendo la suave brisa que corre, oigo unos pasos detrás mío desde hace un tiempo, con lo que he llegado a la conclusión de que me siguen, entro a un callejón, me escondo y espero a que la persona que me sigue cruce la calle y entre al callejón, no pasa mucho tiempo hasta que veo una figura entrar, es alta, de casi el metro noventa, es corpulenta, por lo que deduzco que es un hombre, está totalmente vestido de negro, busca en qué dirección me he ido, me doy cuenta que va solo así que decido salir.
-¿Por qué me sigues?- digo mientras salgo de las sombras.
-Creíste que no nos daríamos cuenta de que uno de ustedes había llegado a la ciudad.
-¿No sé a qué te refieres?- digo con indiferencia.
-¿Enserio?, crees que no me he dado cuenta de que eres un puto chupa sangre.
Camino hacia él, lo bastante rápido como para pillarle de sorpresa, le cojo del cuello y le empujo contra la pared, haciendo que suelte un grito ahogado.
-Y creíste que tu solito ibas a vencerme- digo en un tono burlón.
-No lo creo, lo sé- dice y acto seguido me clava una navaja en el abdomen.
-Y crees que con eso me vas a matar- digo entre risas, para luego, abalanzarme contra él, morderle el cuello y comenzar a drenar su sangre.
Poco a poco siento un fuerte dolor en el pecho, el cuerpo empieza a temblarme y la vista se me nubla, me separo del hombre aún con vida, ya que no ha sido mucha la sangre que le he quitado, y lo veo sonreír de oreja a oreja.
-¿De qué te ríes?
-De ti- dice mientras me enseña un frasquito, el cual tenía en el bolsillo del pantalón.
-¿Qué es eso?- digo aguantando el dolor.
-Eres un vampiro y no sabes lo que es la plata liquida- dice riendo- ahora si vas a morir, ¡muere puto chupa sangre!
Con la poca fuerza que me queda saco la navaja de mi abdomen y le rajo el cuello, acto seguido, cae el cuerpo sin vida del hombre al suelo, empiezo a caminar intentando alejarme lo más posible del callejón pero se me hace muy difícil, las piernas casi no me sostienen y la vista se me nubla cada vez más, logro alejarme bastante del lugar pero, antes de darme cuenta, caigo al suelo desmayado.
Oigo a alguien que me llama, me parece la voz de Briana pero no estoy muy seguro, noto como me balancea suavemente, cada vez la oigo más fuerte, intento abrir los ojos, los cuales me pesan más de lo normal pero, finalmente, lo consigo.
-¡Siamon!- dice Briana mientras se abalanza a mí para abrazarme- pensé que no despertarías.
-¿Dónde estoy?- digo con una sonrisa dibujada en mi cara al tener a Briana cerca de mí.
-En el hospital- dice mientras se aparta de mí para verme a los ojos- te encontré tirado en la calle esta mañana y, al no saber qué hacer, te traje aquí. El médico me dijo que habías perdido mucha sangre por una herida que tienes en el abdomen, y que por eso te desmayaste, después de que te cocieron la herida, te pusieron una vía para hacerte una transfusión de sangre, el médico me dijo que era poco probable que te despertarás ya que no sabían que grupo sanguíneo eras y te pusieron el más común, también intente contactar con tu padre pero no conseguí hacerlo y me preocupe.
-¿Qué hora es?
-Las diez de la noche.
-¿Te has quedado, todo este tiempo, esperando a que despertara?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque quería asegurarme que no te murieras.
-Niña tonta, aunque no lo creas soy más fuerte que un roble- digo entre risas y acariciando su mejilla con mi pulgar- es mejor que te vallas, tus padres estarán preocupados.
-Yo les dije que estaba aquí, contigo.
-Bueno ya sabes que estoy bien, mejor vete es tarde.
-De acuerdo, no hace falta que me eches, vendré mañana- dice mientras se levanta, me da un beso en la mejilla y se va.
ESTÁS LEYENDO
Ángel.
VampirePara que decir de que se trata, si la puedes leer. Adentrate en una historia llena de emociones donde nuestro protagonista tendrá que lidiar entre su pasado y su nueva vida. Prohibida la copia del libro, todos los derechos reservados. Para que copia...