Ángel.

34-¿Preparados para luchar?.

Me acomodo la camiseta una vez estoy totalmente de pie. Miro a los tres con una sonrisa divertida y me dirijo a dentro del bar. Cojo uno de los taburetes y me siento. Los tres me siguen y se colocan frente a mí. Zac sigue con esa sonrisa maliciosa, Mel con el gesto de enfado y la pelirroja sigue sin entender nada.

-¿Y?- pregunta Mel rompiendo el silencio.

-¿Y que?- digo yo con indiferencia.

-No piensas darnos una explicación- volvió a decir Mel, con las manos en puños.

-Salí a divertirme- digo mientras me encojo de hombros.

No se si contarles lo de Alison, al fin y al cabo no se a donde fue, sería una tontería decirles que tuve la oportunidad de matarla y en vez de eso la deje escapar. Ellos no entenderían que lo único que me importa es encontrar a Briana.

-Estaba muy preocupa- dijo pasando de la rabia a la tristeza.

-Venga ya, como si te importara- digo en el mismo tono de indiferencia.

-Eso no lo sabes- dijo y acto seguido me dio una cachetada y se fue.

-Al final, no somos tan parecidos como creía, eres un idiota por hablarle así- dice Zac con el mismo tono de superioridad que siempre utiliza.

-Tú no sabes nada- le contesto molesto.

-Sabes que si, ella te quiere cómo a un hermano, no me preguntes por qué.

-Será mejor que te calles- digo mientras me levanto de la silla.

-Sabes que es mejor, que se vayan los dos de mi bar- dice la pelirroja llamando nuestra atención.

Puede que Zac tenga razón, no puedo tratar así a Mel por el simple hecho de estar enfadado, ella no se lo merece. Salgo del bar y me dirijo lo mas rápido que puedo al hotel, voy a la habitación de Mel y toco la puerta.

-Puedes pasar, al menos que seas el idiota de Ángel- dice Mel con enfado desde dentro de la habitación.

-Bueno no soy el idiota de Ángel, solo soy el mayor idiota que hay.

Escucho la risa de Mel desde dentro, eso me alivia un poco. Cojo la perilla de la puerta y la abro. Una vez dentro me encuentro a Mel mirando por la ventana.

-¿Sabes?, la noche esta preciosa.

-No tanto como tú- digo mientras me coloco a su lado.

-No seas tonto- dice entre risas.

-Te he traído algo- digo mientras meto mi mano en el bolsillo del pantalón y saco un colgante de él. Tenia pensado en dárselo a Briana pero creo que Mel lo merece mas.

-Que bonito es- dice mientras lo coge- ¿Me lo pones?

Vuelvo a coger el collar y se lo coloco en el cuello. El collar esta compuesto por una cadenita de oro y un dige en forma de corazón con un pequeño diamante en el centro.

-¿Me perdonas?, me he comportado como un verdadero idiota.

-Lo pasado, pasado está- dice mientras me sonríe y me levanta la barbilla para que le vea a los ojos.

-Eres una gran persona.

-Sólo con mi familia- dice mientras me abraza.

Pasamos un tiempo hablando hasta que alguien toca la puerta.

-Pase- dice Mel mientras se dirige a la puerta.

No hay respuesta de la persona que tocó, pero de algo estoy seguro estaba aterrorizada, ese aroma me era tan familiar, y se de donde, de cuando estaba con Alison en sus cotos de caza.

-Espera- le digo a Mel que estaba a punto de abrir la puerta.

-¿Qué pasa?

-Yo la abro.

Me separo de la ventana y me dirijo a la puerta. Si hay algo esperando detrás de ella no puedo dejar que le haga daño a Mel. Me paro en frente y cojo la perilla, lentamente la muevo hasta abrir la puerta, el aire de la habitación esta cargado, se puede notar la tensión que hay. Abro la puerta y salgo al pasillo, busco por todos lados, pero nada, no hay nadie.

-Oye, ¿que es eso?- pregunta Mel señalando a la pared.

En ella se encuentra una nota colgada, no me había percatado de que estaba allí. Me dirijo hacia la nota y la cojo.

-"¿Preparados para luchar?"