"𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐝𝐢𝐝 𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 𝐡𝐞𝐫𝐞, 𝐧𝐨 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐰𝐨𝐮𝐥𝐝 𝐢𝐭 𝐛𝐞..."
Tras evadir las paredes del Laberinto, Grace creía estar a salvo de las garras de CRUEL. Sin embargo, su refugio en un nuevo comple...
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ii. they'll tell you now, you're the lucky one
Después de su encuentro con Janson, les habían dicho que los chicos y las chicas debían estar separados, pero a Thomas no le había agradado mucho la idea de que lo apartaran de Grace.
Miró con cierta inquietud cómo una mujer se la llevaba por un pasillo distinto.
Sus instintos le decían que debía mantenerla cerca, pero antes de que pudiera decir algo, la rubia había desaparecido de su vista al doblar la esquina. Un sentimiento de preocupación lo invadió mientras quedaba solo, rodeado de los demás chicos.
Un profundo suspiro se escapó de los labios de Grace al sentir el agua caliente y calmante rociar su cuerpo. Era como estar bajo una lluvia de verano, solo que menos fría.
El agua corrió por su cabello rubio y por sus múltiples cortadas, librándola de toda suciedad y sudor. Había olvidado lo agradable que era tomar una ducha así.
No pudo evitar pensar en el Área en cuanto se limpiaba la sangre seca de las manos.
La sangre de Chuck.
Un nudo se le formó en la garganta y una sensación de vacío la golpeó con fuerza al traer a su mente al niño. Le costaba sentirse alegre, como si estuviera traicionándolo al disfrutar de todos esos lujos con los que, en su momento, él soñaba.
Los toques en la puerta y la voz de la mujer desde afuera, preguntándole si se encontraba bien, la hicieron cuestionarse cuánto tiempo había estado sumida bajo la cascada de agua, absorta en sus pensamientos.
Se sintió algo rara al verse en el espejo luciendo ropa que no era su atuendo de Corredora. Le impresionó que la mujer hubiera acertado con su talla. El jersey negro y el pantalón gris oscuro eran tan livianos que la hacían sentir extrañamente relajada.
Una vez fuera del baño, la misma mujer que la aguardaba la guió hacia otra habitación, repleta de personas. Grace estimó que debían ser unos nueve o diez hombres y mujeres, todos vistiendo pantalones negros impecablemente planchados y batas de laboratorio. Sus cabellos lucían impecables y sus rostros y manos estaban limpios y pulidos.
Sintió un gran alivio al ver que la mayoría de ellos estaba con sus amigos.
—Bien, linda, puedes esperar aquí. La Dra. Crawford vendrá en cualquier momento —dijo la mujer antes de retirarse dejando a Grace sola en el pasillo.
Observó a su alrededor y, entre las caras familiares, avistó a Newt sentado en una silla. A su lado, un miembro del equipo estaba de espaldas, trabajando en quién sabe qué.
Los labios de Newt se curvaron al verla acercarse.
