"𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐝𝐢𝐝 𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 𝐡𝐞𝐫𝐞, 𝐧𝐨 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐰𝐨𝐮𝐥𝐝 𝐢𝐭 𝐛𝐞..."
Tras evadir las paredes del Laberinto, Grace creía estar a salvo de las garras de CRUEL. Sin embargo, su refugio en un nuevo comple...
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iii. and i damn sure never would've danced with the devil
trigger warning : violence content.
La noción del tiempo parecía desdibujarse en esa habitación. Grace estaba segura de que había pasado al menos una hora desde que el guardia la había conducido hasta allí, sin darle ninguna explicación. Había intentado desesperadamente abrir la puerta, pero había sido inútil; la habían cerrado desde afuera.
La atmósfera era opresiva, como si las cuatro paredes pintadas de un blanco frío y estéril estuvieran cerrándose lentamente a su alrededor. Sentada en una de las incómodas sillas, Grace movió impacientemente su pierna de arriba abajo mientras se mordía las uñas.
Si hubiera sabido antes que aquella era la misma sala de interrogatorios en la que Thomas había estado momentos atrás, no estaría tan nerviosa.
Notó que había una cámara pegada a la pared no muy lejos de ella y un gran ventanal de doble sentido, ubicado en una de las paredes. Ya había intentado ver qué había del otro lado, pero sólo había descubierto un reflejo de sí misma, una versión distorsionada de su propia imagen.
Estaba dispuesta a gritar, a tirar la puerta a patadas de ser necesario, con la esperanza de que alguien la escuchara y la sacara de aquel lugar.
Pero antes de que pudiera dar rienda suelta a su angustia, la puerta a su izquierda se abrió con un fuerte zumbido mecánico para revelar a Janson al otro lado. Sostenía una carpeta blanca que Grace no pudo ver exactamente qué era.
—Grace, me alegro de verte de nuevo —dijo Janson mientras entraba en la habitación y cerraba la puerta detrás de él. Grace apoyó lentamente la espalda en la silla, cruzándose de brazos con un gesto defensivo, a pesar que la mesa metálica era lo único que los separaba.
—No pareces un médico para mí —murmuró sarcásticamente, observando como el hombre tomaba asiento frente a ella.
Todavía no entendía la necesidad de tanto misterio. ¿Por qué simplemente no le habían dicho que quería hablar con ella en privado? Tal y como lo habían hecho con Thomas.
Janson soltó una risa leve, minimizando su comentario brusco. A Grace le pareció la risa más forzada del mundo.
—Me disculpo por haberte separado de tus amigos —le dijo finalmente—. Sólo quería que pudiéramos hablar un momento en privado, sin los demás.
Grace lo miró con escepticismo, sin bajar la guardia.
—¿Hablar sobre qué?
La expresión de Janson cambió repentinamente. Era obvio que Grace no confiaba en él y podía notarlo a millas. Se limitó a mirarla por unos segundos y sonrió de lado.
—¿Recuerdas algo de tu vida pasada, Grace?
Su voz sonaba calmada, casi persuasiva, pero Grace no estaba dispuesta a ceder ante sus tácticas. Observó a Janson en silencio, sus ojos revelando una mezcla de desconfianza y cautela.
