x. they are the hunters, we are the foxes and we run
Grace sintió cómo Thomas le presionaba la espalda mientras seguían a Newt y los demás, oyendo la voz de Minho mucho más adelante gritándoles que se apresuraran.
Pasaron a través de grandes barreras de metal y cajas, encontrándose nuevamente en el mismo lugar donde habían llegado hace unos días. La imponente puerta por la que habían entrado aquella vez ahora se encontraba cerrada.
Grace buscó rápidamente algún teclado o botón, lo que fuera para poder salir de una vez por todas de ese lugar. En cuanto encontró una palanca roja, la tomó con ambas manos y tiró del pesado metal, emitiendo un pequeño chillido cuando la puerta comenzó a abrirse.
Tan pronto como pusieron sus pies fuera del complejo, fueron recibidos por un oscuro cielo que traía consigo una violenta ráfaga de vientos cargada de arena.
La arena les golpeaba la cara tan bruscamente que les resultaba imposible ver con claridad, y el viento no dejaba de sacudirles la ropa.
Grace anhelaba tener su cabello atado en aquel preciso instante.
Aun corriendo por la pesada arena, podían oír a sus espaldas las sirenas de las instalaciones mientras decenas de guardias salían corriendo en su búsqueda. Grace se esforzaba al máximo por acelerar su paso, pero sus pies descalzos se hundían constantemente en el suelo, y el cansancio comenzaba a adormecer sus piernas.
―¡Vamos, rápido! ¡Los perderemos en la tormenta! ―exclamó Thomas, instando a todos a ir más rápido.
A lo lejos, los helicópteros surcaban el cielo y los vehículos todoterreno rugían en la distancia. Grace se refugió junto a los demás detrás de una colina de arena, observando las luces intermitentes que los guardias agitaban mientras avanzaban con dificultad a través de la feroz tormenta.
―Todos abajo, rápido, rápido ―susurró Thomas, a medida que todos se arrastraban por la arena―. Agáchense. ¡Agáchense!
Una vez que pudieron levantarse, volvieron a correr, haciendo todo lo posible para evitar tropezar a causa de las partículas de polvo que entrando en sus ojos. Grace dejó de tomar la mano de Thomas y corrió delante del grupo, alejándose un poco para buscar un lugar para refugiarse.
―¡Grace!
―¡Espera!
―¡No te separes!
La rubia miró por encima de su hombro para asegurarse que todos estuvieran siguiéndola. Teresa llegó a su lado antes que el grupo. Ambas chicas observaron frente a ellas, la silueta de un edificio enterrado que se asomaba entre toda la arena.
No dudaron en correr hacia allí, tanteando las ventanas hasta encontrar una rota a un lado.
―¿Estás segura de esto? ―preguntó Teresa, no muy convencida, escrutando el oscuro hueco.
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𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇𝐋𝐘 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒, tmr thomas.
Fanfiction"𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐝𝐢𝐝 𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 𝐡𝐞𝐫𝐞, 𝐧𝐨 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐰𝐨𝐮𝐥𝐝 𝐢𝐭 𝐛𝐞..." Tras evadir las paredes del Laberinto, Grace creía estar a salvo de las garras de CRUEL. Sin embargo, su refugio en un nuevo comple...