xiv. wondering if i dodged a bullet or just lost the love of my life
Una pesadilla la despertó: algo relacionado con Minho y Newt acorralados por una horda de Cranks muy idos. Con cuchillos. Furiosos. La primera sangre derramada la hizo incorporarse de un salto.
Asustada ante la posibilidad de que hubiera gritado o dicho algo, Grace miró a su alrededor. La cabina del camión se hallaba ahora iluminada por la luz del día. No recordaba haberse movido ni una sola vez desde que se había quedado dormida después de lo sucedido con Alex.
Se estiró una vez más y cuando daba un largo bostezo distinguió que el asiento a su lado, donde se suponía que debía estar la silueta dormida de Alex, se encontraba completamente vacío. Una inquietud creciente se arraigó de su pecho al pensar la mera idea de que la hubiera abandonado a su suerte en aquella ciudad, al tiempo que recordaba las palabras hirientes que le había lanzado la noche anterior.
Ay, mierda, pensó. Le había dicho que él nunca podría ser Thomas.
Se reprendió internamente por no haber controlado su lengua y lamentó haber empujado a la única persona que podía guiarla de una vez por todas hacia Thomas y los demás.
Se quedó observando a la nada por un instante, mordiéndose el interior de la mejilla, intentando persuadirse a sí misma. Quizás él simplemente necesitaba un poco más de espacio después de lo ocurrido, sí. Seguro era eso.
Miró la puerta del camión, con la esperanza de que quizás esta se abriría en cualquier momento, pero nada pasó. Grace giró su cuerpo para inspeccionar el asiento trasero del camión, solo para encontrar su propia mochila allí. Alex se había ido sin duda alguna.
Se dejó caer de nuevo en su asiento, apretando los dientes con frustración, maldiciendo la inmadurez de Alex. Sabía que sus propias palabras no habían sido compasivas, pero no justificaban el abandono.
Soltó un profundo suspiro, pasándose una mano por el rostro.
—Piensa, Grace, piensa... —murmuró para sí misma.
Se aferró a la esperanza de que quizás, no estaba tan perdida como creía; al fin y al cabo, ya se hallaba en la ciudad. Enseguida, las indicaciones de Alex surgieron como un faro en la tiniebla: Marcus estaba al final de las calles, sólo tenía que seguir derecho. Minutos más tarde descendió con cuidado del camión, mirando a ambos lados para asegurarse de que nadie la observaba, ajustando su mochila en la espalda. Empuñó con fuerza una barra gruesa de metal que había descubierto entre los restos destrozados de los camiones. Era consciente de que no le sería tan eficaz como su cuchillo, el cual Alex se había llevado, pero al menos le proporcionaría una mínima defensa si se cruzaba con algún Crank.
Esperaba que no fuese así.
A medida que avanzaba con cautela entre los vehículos abandonados, Grace podía sentir la frialdad y aspereza del metal bajo sus manos, lo que le otorgaba una extraña sensación de seguridad. Sus ojos escrutaban constantemente los alrededores, alerta ante cualquier indicio de movimiento sospechoso.
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𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇𝐋𝐘 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒, tmr thomas.
أدب الهواة"𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐝𝐢𝐝 𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 𝐡𝐞𝐫𝐞, 𝐧𝐨 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐰𝐨𝐮𝐥𝐝 𝐢𝐭 𝐛𝐞..." Tras evadir las paredes del Laberinto, Grace creía estar a salvo de las garras de CRUEL. Sin embargo, su refugio en un nuevo comple...