Tom
El aire frío estaba presente en la habitación, mientras veía a la rubia estaba encima mío moviéndose con rapidez.
—O-Oh Tom— Soltó en gemido la muy perra, ella lo estaba disfrutando.
Pero yo no, todavía seguía teniendo el sabor de la morena en mis labios, seguía recordando la textura de estos y los suaves que se sintieron al besarlos.
Quería encontrar una razón para poder dejar de pensar en eso, poder disfrutar plenamente de este polvo como siempre lo hacía.
—Bájate— Hable insatisfecho a la mujer que tenía encima, siendo ignorado completamente. —¡TE DIJE QUE TE BAJARAS, PERRA!— La empujé de encima mío, haciendo que se caiga de la cama hacia el piso.
—¡QUE MIERDA TOM!— Pregunto esta exaltada.
—¡Te dije que te bajaras, maldita estúpida!— Dije fulminandola con la mirada. —¡VETE ANTES DE QUE TE VUELE LA CABEZA!—
La dicha mujer tomó su ropa y salió corriendo de la habitación, como un ciervo asustado, miedoso y débil, asquerosamente débil.
Tome mis pantalones, me los puse y salí del PUB. Las personas miraban y susurraba, pero a mi no me importaba.
Todas estas lacras eran las que me estaban haciendo ganar muchísimo dinero con las putas que estaban acá, así que no me podía quejar.
Saliendo del PUB, destrabe mi cadillac negro y me subí. Prendí la radio, tratando de calmar un poco mis pensamientos por aquella chica de ojos verdes.
Comenzó a sonar "Do i wanna know" de los Arctic Monkeys, trate de escucharla unos segundos, enserió trate, pero mi mente no se callaba.
De un momento a otro sentí el ardor en mi puño, el cuál estaba sitiado en el stereo de mi auto, completamente roto.
Silencio, eso era lo único que escuchaba, no había ningún ruido en la calle, ni el de los estúpidos bichos.
...
Llegué a la casa, saqué mis llaves y estas me dieron un escalofrío al sentir su tacto frío. Entre y me encontré con una situación algo rara.
—Oh...Hola— Soltó ella mientras me miraba sorprendida. —Yo, solamente ordenaba un poco...— Dijo con un poco de pena. —Es mentira, solamente estaba aburrida— Trato de ser "Agradable", pero yo no lo era.
—¿Quien te dio permiso de salir de la habitación?— Pregunte en un tono serio.
Ella cambió su expresión de pena a una completamente seria también.
—Fue el chico de ojos azules, ¿Por?— Dijo, sonando irónica en la última palabra.
—¡PORQUE NO TIENES PERMITIDO SALIR, NIÑA ESTUPIDA!— Le grite, me estaba sacando de mis casillas.
Fui hacía ella, agarrandola del brazo fuertemente para llevarla a su habitación "Temporaria", pronto volvería al sótano.
—¡Me lastimas!— Soltó ella en forma de quejido.
—¿En algún momento me importo eso?— Pregunte burlesco mientras seguía siendo brusco.
Subimos las escaleras, esta se tropezó por la rapidez en la que yo subía, pero se levantó rápidamente al ver que mis ojos estaban en ella, fulminandole con estos.
—Estúpida niña.— Solte con desprecio.
...
Llegando a la habitación, la empujé hacia adentro de esta.
—La próxima no te voy a agarrar del brazo.— Dije en un tono frío, cerrando la puerta y por fin pudiendo respirar.
Me estaba por volver loco, no estaba teniendo ni un solo gramo de paciencia.
—Jefe— Apareció el dicho ojieazul.
—Por fin apareces, famoso "Chico de ojos azules"— Lo mire mal, realmente estaba enojado.
—Jefe, se que esta enojado, pero...— No logró terminar de hablar, ya tenía mi puño en su cara.
—Nadie, nadie puede hablar, tocar o simplemente mirar a esa niña sin mi consentimiento, ¿Lo entiendes?— Dije mientras limpia mi puño.
El ojieazul río ladino, levantando la mirada hacia mi.
—No me digas que te gusta, Tom— Solte entre risas.
—No te confundas idiota, me van a dar un buen dinero por ella.— Solte firme.
—Aja— Sonrió. —Adivine quien llego, jefesito— Dijo en tono burlón.
—¿Quien?— Pregunte curioso.
—Ría— Dijo con una sonrisa ladina.
★
¿Empiezan los problemas? Tom esta en un momento difícil después del beso con la morena, no sabe como sentirse. Pobrecito.
Las amo.
—Mile—
<3
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⭒𝗦𝗸𝘆𝗳𝗮𝗹𝗹 ; 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻
Fanfiction"𝑁𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑐𝑖𝑎𝑟 𝑏𝑢𝑒𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑟𝑐𝑎𝑛𝑐í𝑎" La mentira mas grande que puede haber dicho, en el momento en que la miro, todo a su alrededor paro. Esos ojos verdes que lo miraban con terror lo habían flechado, era increíble...