Olivia sé despertó de buen humor, sé puso en pie, tomó un baño, corrió las cortinas del living y preparó el desayuno para su pareja y su hija con toda la dedicación que encontró dentro de su ser, era la fecha que tanto había estado esperando, firmaría los papeles del divorcio con Pedro y por fin podría ser libre de hacer lo que tanto había estado deseando, casarse con el amor de su vida.—Uhm, huele re bien ¿Que es lo qué haces vos?— Le dijo Charly al abrazarla por la cintura, después sé limitó a darle un beso de buenos días en la mejilla mientras ella terminaba de cocinar y emplatar.
—Intento hacer panqueques con dulce de leche—Respondió volteando para verle a los ojos, el chico sonrió, los ojos se le veían graciosos cuando le veías sin anteojos por la mañana.
—Ufff che, como huele... ¿Hoy vas a firmar?—Preguntó curioso mientras se apartaba y buscaba algo para beber en el refrigerador, sabía perfectamente que sí pero quería escucharlo venir de su voz.
—Sí, después del desayuno y de preparar a Aura me iré, ¿No tenes problema verdad...?—
—¿Problema con que te divorcies?—Rió parándose frente a ella y recargándose en la barra—Uy sí es re obvio que quiero que vos te quedes casada con ese chancho pelotudo—Interrumpió.
—¿Siempre sos tan grosero? Me refería si no tenes problema de llevar a Aura donde Gus después—Sé quejó cruzando los brazos.
—Sí—Bromeó, después le ayudó a llevar los platos listos a la mesa.
Después de charlar y jugar un poco con lo que había preparado en el plato decidió darle el primer bocado, instantáneamente su boca comenzó a salivar en exceso, el estómago se le revolvió en un segundo con el sabor de la mezcla de harina, tenía mucho tiempo sin sentir algo así, no pudo hacer algo más que tomarse el vientre y vomitar ahí mismo, Charly quiso tomarla por el bazo para ayudarla después de verla volver todo a un costado del comedor pero ella sé alejo al instante.
—Perdón... Me dio asco—Sé disculpó con vergüenza, el chico simplemente asintió viéndole con compasión—Algo me habrá caído mal y esto me revolvió el estómago—
—Dale... Sí tenes ganas te llevo al médico después que vengas—Le sugirió tímido, la notaba pálida y cansada.
—No no, supongo que me puedo tomar algo, vos no te preocupes voy a limpiar acá—Dijo al levantarse para buscar un trapeador y sus instrumentos para limpiar, el chico la tomó por brazo frenándola y viéndole con desaprobación.
—No, deja que yo lo hago, vos lavate—Respondió con seriedad, ella asintió y volvió a la silla cabizbaja mientras lo veía limpiar su desastre.
Evidentemente ya no pudo continuar comiendo, Aura despertó unos minutos más tarde y tomó el desayuno preparado para ella acompañada por Charly, él se mostró tan comprensivo como siempre y le dijo que no se preocupara, le deseo que tuviera un buen día antes de que abandonara el piso, mientras el par tenía un momento padre he hija, Olivia tomaba su camino en el auto, estaba dirigiéndose al despacho en donde su divorcio quedaría concluido para firmar los papeles cuando la sensación de náuseas le volvió a invadir, ¿Qué es lo que le pasaba? Paró en seco al costado de una farmacia en busca de algún medicamento que le ayudara con su indigestión y las náuseas, estaba apunto de poner un pie dentro de la tienda cuando una duda terrible la invadió y la llenó de miedo.
—Buenos días, busco pastillas para los vomitos, ¿Sí tenes?—Dijo con algo de nervios en la voz, la muchacha que atendía asintió y buscó en el puñado de medicamentos que tenía por detrás encontrándolas en unos segundos.
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la grasa de las capitales 1979, charly garcía
FanfictionOlivia y Pedro Aznar asisten al mismo conservatorio en Buenos Aires, Serú Girán aparece para cambiarles la vida a ambos, o tal vez no fue Serú, tal vez fue charly.