la grasa de las capitales 1979, charly garcía

☆ veitinueve ☆

—Vos tenes los ojos más bonitos qué hay en la tierra, no me voy a cansar de verlos—Le halagó Charly mientras le tomaba la mejilla con cuidado, Aura sonrió y achinó los ojitos al tiempo—Tenes la sonrisa más bonita también—

—Papi quiero agua, por favor—Le dijo sentada sobre la cama de hospital moviendo los piecitos, el antes mencionado sé levanto de su lugar en busca de lo que su pequeña requería, ya había pasado un mes y solamente hacían visitas ocasionales al médico para obtener estudios sobre su condición.

—¿Cómo están?—Preguntó Olivia al entrar, tenia una bolsa de papel y un par de botellas de agua entre las manos—Traje algo, para que no estemos sin almorzar—En realidad ella era quién tenía bastante hambre.

—Bien bien, gracias linda, Aurita quiere agua—Le dijo quitándole una de las dos botellas y posteriormente dándosela a la pequeña—¿Nos vamos ya?—

—Sí, sólo salen los exámenes y ya—Sonrió mientras sacaba una medialuna con queso de la bolsa y le ofrecía una a su compañero—Fabi me dijo que puede cuidarla por la noche, que no habría problema que tuvieran una pijamada—Le recordó, tenían semanas tratando de tener una nueva primera cita pero estaban tan concentrados en ser padres que les era muy difícil hacerse un tiempo.

—¿Queres tener una fiesta de pijamas con el tío Fito y la tía Fabi?—Preguntó a su pequeña con la boca repleta de comida.

—¡Sí sí!—Respondió Aura en un gritito, a ambos les hizo bastante gracia.

—Vos estate tranquila entonces linda—Le guiñó, podrían tener un tiempo para ellos por fin.

Los resultados fueron entregados para ser analizados por el pediatra y el cardiólogo de turno, al parecer todo estaba bien hasta ese momento con Aura, la misma condición con su corazón, después de festejar con los médicos los tres se dirigieron al piso de Charly, desde que la separación con Pedro comenzó estaban viviendo ahí y les estaba yendo bastante bien como una familia, incluso Luis, Gus y los demás los visitaban seguido.

—Mami tengo sueño—Pronunció la niña apenas pusieron un pie en el piso, había despertado muy temprano y los ojos se le estaban cerrando.

—Vení con papá, que te llevo a la camita—La tomó entre sus brazos y la llevó a la habitación, ella no tenía una habitación propia pero habían reservado un pequeño espacio para ella en la que ambos compartían.

Oli suspiró aliviada al sentarse por fin en el living, estaba cansada, le dolía el estómago de hambre y eso que había comido 30 minutos antes de llegar, sé recostó sobre el sofá y comenzó a pensar en todo lo que había pasado hasta ese momento, el divorcio iba bien, después de la pelea en casa aquel día las cosas mejoraron y aunque ya no podían ser amigos cercanos, sentía que esa relación podría convertirse en cordialidad y así poder trabajar en conjunto con la música, sin rencor de por medio.

—No tardó nada, que se durmió en cuánto tocó la cama—Dijo Charly sacándola de sus pensamientos, sé puso de pie frente al sofá, le vio un poco decaída—¿Estás cansada?—

—Un poquito... Tal vez sí, estos días han sido algo diferentes supongo—El de vitiligo se puso de rodillas para estar más a la altura del sofá y poder tomar su mano.

—Un mes viviendo con vos y mi hija me a cambiado la vida—Soltó el voz baja—Quisiera estar así siempre—Admitió con pena, ella acarició su mejilla con cariño dándole un poco de seguridad.