Capitulo XIII | Escudo de ira

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𝘗𝘰𝘷: 𝘛/𝘕

Los rayos del sol golpearon mi rostro haciendo que despertará.

Abrí mis ojos lentamente, sintiendo que ya había dormido lo suficiente como para seguir acostada en esa cama.

Mi visión era borrosa. Despertarme tan temprano por la mañana no era lo mío sinceramente. Tardé unos segundos en adaptarme a la luz y cuando mis ojos enfocaron aquel perfíl que veía hacia la pared solo dándome la vista de sus ojos cerrados siendo cubiertos por su desordenado cabello, los recuerdos llegaron a mi mente.

Mi rostro se calentó de inmediato al darme cuenta de que no fue un sueño lo que pasó. De verdad había dormido con Naofumi.

Estaba pegada a su costado mientras uno de sus brazos me envolvía por debajo alrededor de mi espalda.

Fue su cabello cubriendo su rostro y su perfil bien marcado lo que hizo que mi corazón se acelerará... Espera, ¿Que diablos? ¿Raphtalia me contagió?

Solté un chillido al pensar en eso.

Ver qué estaba en la misma cama, cubierta con la misma sábanas que él y girar mi cabeza hacia la cama donde yo debería estar durmiendo y ver qué estaba vacía, indicando que estábamos solos en esta habitación hizo que mi respiración se atorara en mi garganta.

"Cálmate... Cálmate, tonta. No es nada", trataba de calmar mi respiración y a mis latidos pero no servía de nada. Esa calidez que sentía era muy fuerte.

Ni siquiera me di cuenta cuando empecé a alejarme hasta que sentí que mi espalda chocó contra el suelo. Me había caído, y dejé escapar un grito ahogado cuando lo hice. Cubrí mi boca con mis manos y sentí que el calor se apoderaba de mi rostro, seguramente debo parecer un tomate justo ahora.

Escuche un gruñido, se había despertado. Se sentó inclinándose hacia adelante para verme algo confundido - ¿Que haces allí? - Pregunto con voz ronca y somnolienta.

Me levanté del suelo y me pare un poco rígida. Estaba algo tensa por los nervios - Me moví tanto que caí - Expliqué y pude sentir que mi rostro se sonrojaba aún más por la vergüenza.

Estaba mirando hacia la puerta, no podía mantener el contacto visual aún más.

Mi corazón se aceleró cuando sentí su mano tocando mi frente. Había levantado mi flequillo y ahora tenía su cálida mano en mi frente. Mis ojos se encontraron con los verdes de él y juro que estuve a punto de perderme en su mirada - Uhm, no tienes fiebre ¿Te sientes bien? Tu rostro está rojo.

Abrí mis ojos por unos segundos antes de dar un paso rápido hacia atrás y negar con la cabeza y manos rápidamente - ¡No, no, no! ¡Estoy bien!

Éste me vió verdaderamente confundido. Me alegra que Naofumi parezca ser un poco tonto para estás cosas o si no pensaría que me gusta.

- Si tú lo dices... - Sus ojos somnolientos se giraron hacia la cama de las chicas. Estaba vacía y éramos los únicos en la habitación - ¿A dónde fueron Raphtalia y Filo?

Yo me encogí de hombros y respondí bostezando - Quien sabe. A lo mejor fueron al baño... Iré a buscarlas.

Me giré hacia la salida y camine mirando hacia adelante - T/N... - Escuché al ojiverde llamarme.

- ¿Si? - Pregunté deteniéndome para escucharlo.

- Ayer estabas teniendo una pesadilla y solo quería ayudarte. No era mi plan el que me quedará dormido. Espero no haberte incomodado - Su voz era tan misteriosa para mí.

- Ah, no hay problema. Gracias por eso - Contesté y seguí mi camino hacia la puerta.

Cuando mi mano llegó a la manija sentí como ésta giró abriendo la puerta. Di un paso hacia atrás y mire al par que abrió la puerta, eran Raphtalia y Filo. No pensé nunca que podría alegrarme tanto por ver a esas dos.

𝖯𝗋𝗂𝗇𝖼𝖾𝗌𝖺 | Naofumi X Fem Reader  PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora