Capitulo XXIII| Nuevo comienzo

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𝘗𝘰𝘷: 𝘕𝘢𝘳𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳.

Después de esa charla con el capitán, la princesa entendió lo que su corazón quería decirle cada vez que latía al mirar los ojos verdosos de Naofumi.

La fiesta transcurrió tranquila después de eso. Cortaron el pastel y poco a poco los invitados se fueron de la fiesta.

Y además, la oji (c/o) experimento por primera vez lo que era estar ebria.

Bebió tantas copas que terminó yéndose antes de que todos se fueran por casi vomitar. Le dió un poco de vergüenza pero gracias al capitán y Tess casi nadie se dió cuenta.

Aún así, no se salvaría de las burlas del trío al que nadie se le escapaba en cuanto a bromas se trataba.

Aunque en realidad ya ha pasado algo de tiempo desde la fiesta.

Y desde entonces han pasado muchas cosas. Los héroes se fueron Cal Mira dónde Naofumi y compañía encontraron un reloj de arena de la era de los dragones bajo el agua.

No paso mucho despues de eso antes de que la ola sucediera en el mar. Para eso la reina Mirellia ya había sido alertada de lo que estaba a punto de pasar así que sin perder mucho tiempo se alistó y se fue en un barco junto a varios caballeros.

T/N quiso acompañar a su madre y ayudar a Naofumi a combatir la ola pero la hicieron quedarse en la capital para respaldar la ausencia de la reina.

Esto la decepcionó un poco pero comprendió que era necesario que se quedará en Melromarc.

Sintió que pasó una eternidad antes de que su madre volviera a la capital con buenas noticias y lo más importante, con vida al igual que Melty.

Le contó todo acerca de que habían más héroes de otro mundo luchando contra los de este. Le dijo sobre lo fuerte que eran y como fue la ola en general.

Después de escuchar sobre esto, muchas preguntas llegaron a su cabeza ¿Habían más personas como enemigos? ¿Enserio su mundo está en riesgo? ¿Solo son tres o hay más?

Habían muchas más preguntas que respuestas. Y lo que más le sorprendió fue cuando escucho que Naofumi había pedido su recompensa y que era ser el gobernador del pueblo de dónde viene Raphtalia.

A penas supo que Naofumi y las demás estaban en la ciudad no dudo mucho en ir a verlos de nuevo. Estaban en la tienda del jefe Erhard, así que por ende sé sabía de memoria el camino.

Pidió que la llevaran lo más pronto posible. Conociendo bien a Naofumi, sabía que se iría a penas consiguieran el armamento que necesitaban.

Iba tamborileando su regazo con sus dedos. Estaba nerviosa, era algo raro ya que no se sentío así cuando los vio en su fiesta.

Ahora era diferente ya que sabía que su corazón quería que Naofumi fuera más que la persona a quien acompañaba... Quería algo más.

El carruaje se detuvo frente a la tienda. Sus manos temblaban ligeramente por la emoción y algo de nervios. Estaba a punto de ver a Naofumi... Alguien a quien deseaba ver desde hace tiempo.

"Puedo hacerlo", se motivo mentalmente antes de muy lentamente poner su mano en la perilla y girarla abriendo la puerta.

- Bienvenido - Escucho decir al jefe.

Subió su cabeza de espacio para responderle al hombre - Buenos días, jefe Erhard.

Iba a decir algo más pero se detuvo. Sintió su corazón quebrarse cuando miro alrededor de la tienda y estaba sola a excepción del jefe.

¿Ya se habían ido? ¿No siquiera la visitaron? ¿La excluyeron tan así?

- Ah, debe estar buscando al chico y a las demás, ellos se fueron no hace mucho. El chico parecía tener prisa - Respondio rascando su nuca.

𝖯𝗋𝗂𝗇𝖼𝖾𝗌𝖺 | Naofumi X Fem Reader  PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora