Cinco Semanas (Editando)

Capítulo Siete: Interrogatorio

Perdón por las faltas de ortografía,

Esté capítulo contiene escenas fuertes.

Ahora sí a disfrutar 💕

Colin

Las manitas de Samantha rodeaban el cuello de mi hermana con tanto cariño, su cabeza descansaba en su pecho manteniendo los ojos cerrados, estaba en un sueño profundo.

Camille acariciaba su cabello castaño con cariño, las dos eran tan diferentes, lo único que tenían en común eran los ojos azules, algo típico de la familia Miller.

—¿Dónde conociste a Katherine? —pregunta rompiendo el silencio después de minutos de estar callados.

—Kathe —me mira confundida—, le gusta que la llamen Kathe.

—Me da igual cómo le gusta que la llamen —responde con hostilidad—. Es una desconocida.

—Ahora es tu cuñada falsa.

—Quiero saber toda la historia, no te creo que la hayas conocido hace meses y que estén casados.

Nos conocíamos tan bien que era imposible mentirnos.

Esa es la razón por la que solo yo sé quién es el padre de Samantha. Si alguien más lo supiera, matarían a Cami.

—Hace dos días, Christian y yo fuimos a Ámsterdam —me acomodé mejor en mi lugar para empezar esta larga historia—. En los seis meses que estuve en Europa conocí a unos hombres que estaban interesados en comprar una docena de camionetas. Tuve que viajar a Ámsterdam para firmar el contrato, cometí el maldito error de pedirle a Chris que me acompañara.

»El último día, a Chris se le ocurrió ir al barrio rojo a explorar, accedí no muy convencido.

»En uno de los bares que hay en el barrio rojo, había una mesera muy linda. Estaba cambiando turno cuando Chris la invitó a sentarse. Minutos después, él se paró a bailar y nos dejó solos platicando. Ambos bebimos demasiado y terminé acostándome con ella en el avión.

Me miraba como si fuera un estúpido, y en cierta forma lo era. Nunca había hecho una estupidez por el alcohol, eso sonaba más a algo que haría Chris.

—¿El alcohol te quemó las neuronas o qué?

—No estaba pensando.

—Trajiste a una desconocida desde Ámsterdam, ¿y luego qué?

—A Christian se le ocurrió que Katherine podría ser mi esposa de mentira, ya que mi padre le había dicho que Jordan le había presentado a su prometida a la abuela y ella había quedado encantada.

—Tu plan pareció funcionar —admite—, el abuelo pareció encantado con ella, la abuela no tanto.

—La abuela no quiere a nadie que no sea Miller por nacimiento.

—Acabas de decirme que la futura esposa de Jordan le agradó.

«Buen punto»

No tengo idea de cómo Margoth lo logró, pero Katherine también podía.

Samantha se removió en sus brazos, señal de que la estábamos despertando con nuestra plática. Se levanta de la cama meciendo a la niña mientras tararea una canción de cuna.

—Me tienes que ayudar a que la abuela quede maravillada con Katherine —pido en voz baja para no despertar a Sam—. Ser los dueños de esa empresa nos conviene a los dos. No te permiten manejar nada relacionado con la empresa, pero yo sé que tienes grandes ideas y obviamente te dejaría estar ahí.