11. Sótano.

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Adeline Harlow.

Luego de que Lyra sale furiosa de la habitación, por no haberle agradecido, tomo unos pantalones de tela de color beige, un top del mismo color, una chaqueta azul de cuadros que me llega a los pechos, tennis blancos y dejarme el cabello suelto, salgo y veo a Lyra desayunando huevo revuelto con pan y vino.

—Deja de tomar tanto alcohol.

—¿Cómo no hacerlo si tú no me quieres? — Pregunta mirándome.

—¿Quién te dijo que no te quería?

—No me quisiste agradecer.

—Pero si lo hice anoche.

—Mentirosa, no sé cómo Kael puede amarte si no le agradeces, hombre tenía que ser, ni siquiera me deja el camino libre. —Dice y se lleva a la boca algo de comida, yo solo puedo reírme de sus locuras.

— ¿Luego de comer vamos de compras? —Pregunto cuando termino de burlarme, ella me mira como si se hubiera ganado la lotería.

—¡¿En serio?! ¿Lo juras? — Pregunta saltando de su asiento y sentandose en mis piernas.

— Le diré a Kael que me haga el favor de decirme si le dan salida a Salem hoy, ¿Te parece?

—¿Y tu trabajo? — Pregunta

— Diré que me enfermé.

—Te amo, eres la mejor. —Dice y me abraza.

—Pero si apenas nos conocemos desde anoche.

— No me importa, siento que te conozco de toda la vida, eres como mi hermanita a la que debo cuidar y debo ayudar a su hombre a conquistarla, si es que no se la robo yo. — Dice y me mira, ambas nos reímos y ella se levanta y me sirve un plato de comida, pero sin vino, gracias a Dios.

Ambas comemos y entre risas hablamos de Kael, ella me habla de todas sus cualidades y yo le hablo de todos sus defectos, reímos y nos secamos las lágrimas de tanto reír, ella me cuenta como es su matrimonio con un multimillonario y yo le cuento cómo es mi vida luego de haber quedado tan endeudada.

— Bueno, ya que ambas hemos terminado, nos podemos ir, ¿No? —Pregunto, ella asiente mientras recoge los platos y los lleva al fregadero, yo voy y los lavo y ella aprovecha para irse a bañarse y cambiarse; cuando ha terminado, la oigo avanzar por el pasillo mientras habla por teléfono.

Bien, adiós, tu futura esposa te lo agradece también, ¿Verdad Adeline? Pregunta y pone el teléfono en mi dirección.

¿Si? Digo en tono de duda mirando mal a Lyra, ella rueda los ojos y dice.

Ya nos vamos, nos vemos esta noche.

Dicho esto, corta y la miro con un evidente signo de interrogación que representa mi cara.

—Era Kael.

—¡¿Qué?! ¿Y por qué dijiste "tu futura esposa" ?

—Porque se casarán, tú dices que no, pero yo sé que si, no te arrepentirás, créeme, ahora vamonos al centro comercial, a disfrutar de un día completamente de chicas. — Dice y me da una sonrisa coqueta, es lo último que dice luego de salir de mi departamento y partir hacia su auto para ir directo al centro comercial.

Con amor, el diablo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora