Adeline Harlow.
Una semana después...Luego de unos días de recuperación, Kael me dijo dónde se encontraba Max, así que le dije que me trajera y aquí estoy, bajando las escaleras hacia un sótano en el que se escuchan gritos de todo tipo, menos de placer.
—Adeline, ¿De verdad quieres hacer esto? — Pregunta él a mi lado, yo le miro y asiento.
—No te preocupes, estaré bien, ya no tengo principios de desnutrición, ¿Recuerdas?
—Lo sé, pero no hablo sobre tu salud física.
— Pasé peores cosas que ver cómo torturan a uno de mis tantos abusadores, no te preocupes, estaré bien. — Digo y le doy un pequeño beso en la mejilla y él me da una pequeña sonrisa.
Pasamos el largo pasillo con múltiples puertas y llegamos a la está al final, está entreabierta así que la termino de abrir y allí está Maximiliano, colgado del techo totalmente desnudo y Rocco controlando un consolador que tiene en el trasero, miro a Kael y él alza las manos en rendición.
— Él se encarga de ello, a mí no me mires.
— Rocco. — Le llamo, él apaga todo y Max gime, mira hacia mi dirección y sonríe.
— Quien lo diría, que bella te ves con jean de cuero y tacones, toda digna de un mafioso.
— Dame esa mierda. — Extiendo la mano hacia Rocco y él confundido me da el control, veo varios botones y uno que controla la velocidad, aprieto lo más rápido posible y en toda la habitación retumba sus gemidos. — Largo, debo pasar un rato con él, además de que le encantará. — Digo entrando a la habitación y poniéndome frente a él.
— Adeline.
— ¡Largo! —Grito y todos salen incluyendo a Kael.
— Vaya, si que los dominas bien. — Dice Max.
—Igual que a ti.
—A mí nadie me domina.
— Dilo cuando estés suplicando de rodillas que no te mate.
— Eso no va a pasar.
—Nunca digas nunca, porque no eres dueño del destino y no sabes lo mal que lo puedes pasar. — Le muestro el control y pregunto. - ¿Que sabes del irlandés?
— Nada que te importe, ya lo mataste, ¿Que más quieres?
—Matar a su familia. Ahora habla.
— ¿Y si no?
- Algo muy simple.
— ¿Cómo qué?
— Torturar tu placer. — Digo y le doy click al pequeño botón que prende el consolador, haciendo que este empiece a vibrar dentro de él, cuando está a punto de eyacular, lo apago.
—Inepta.
— Violador.
—No me busques Adeline Harlow, tengo muchas cosas sobre ti que no le he dicho a Kael, así que anda, haz lo que quieras, pero cuando me dejes a solas con Kael, voy a soltar todo.
![](https://img.wattpad.com/cover/344988189-288-k968515.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Con amor, el diablo.
RomanceÉl era un cliente, lo apodaban el diablo, mi jefe, mis compañeros de trabajo, todos a mi alrededor lo conocían, menos yo, jamás lo había visto, jamás debí acercarme a él...o tal vez, si. Cuando lo hice, no me trató como un cero a la izquierda, no me...