12. Noche de torturas y pastel.

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⚠️ ADVERTENCIA ⚠️

ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS DELICADAS.

- TORTURAS EN SI, ES MUY EXPLÍCITO, SI NO ERES CAPAZ DE LEER TORTURAS, TE RECOMIENDO QUE TE LO SALTES.

Adeline Harlow.

—¿De verdad crees que sea buena idea? Yo no creo que lo sea, se ve que es un hombre correcto. —Digo y Lyra suelta a reír.

—De correcto no tiene nada, tranquila, le encantará y más si te verá. Le darás un bonito concierto, comerán pastel, tomarán vino, bailarán a la luz de las estrellas, te dirá que te ama más que a nada en este mundo y te besara y se terminarán casando. Ay, que bello es el amor. — Dice ella y juro que sus ojos estuvieron a punto de convertirse en dos corazones.

—¿Que dices? Andas loca si crees que eso va a pasar, solo lo hice porque no quiero que se sienta solo, ¿Si? Me dijiste que era su cumpleaños, no seas así.—

—Bueno, bueno, como tú digas. En fin, yo sé que hoy, 14 de febrero, será su día favorito del año.

—¿Segura que le gustan las fiestas sorpresas? Yo no creo que le gusten. — Digo y ella niega.

—Le gustarán si lo haces tú, pero no te preocupes, yo te ayudaré. — Dice y se levanta de su asiento, haciendo que las tiras de la lencería vuelvan a su lugar, vuelve a su vestier y yo sigo admirando las cosas a mi alrededor; luego de que comimos algo, dijo que quería hacerle una sorpresa a su marido, quien supuestamente vendrá la próxima semana.

— Señorita, ¿Segura que no quiere probarse nada? —Me pregunta una tendera, yo vuelvo a negar y ella se retira hastiada de que me niegue.

— Yo digo que deberías probarte algo, no sé, tal vez una lencería o un camisón, deberías preguntarle a Kael. —Dice Lyra saliendo con su vestido negro o bueno, con el vestido negro que compró para mí y que ahora es de ella, y sus nuevas lencerías en mano, alrededor de cinco.

—Estoy bien, gracias. Además de que él y yo no somos nada, ¿Cómo podría comprar algo solo por él? Quisiera comprarlo para mí, no para alguien más.

—Entiendo, bueno, yo siempre compro las cosas pensando en mi esposo y en mi, que me encanta mostrarle al mundo lo que se come. —Dice ella mientras camina ansiosa a la caja registradora, yo la sigo entre risas.

—¿En serio? ¿Por qué? ¿No debería ser íntimo? —Pregunto, ella niega. —A él le encanta ser posesivo y lo bueno, es que no es le importa lo que me ponga, siempre me quiere arrancar la ropa. —Dice mientras entrega las lencerías y las tenderas quedan en shock, igual que yo, pero para aligerar el ambiente suelto una risa nerviosa, Lyra me mira negando y entiendo, no se me da el fingir mi risa.

—Que tengan buena tarde. —Dice la tendera y nosotras agradecemos una vez más. Al salir de la tienda, vamos a la zona de comidas y almorzamos, cuando estamos terminando, mi celular suena mostrando "número privado" contesto con algo de duda, hasta que suena aquella voz ronca.

Mi amore, ya he recogido a Salem, lo cuidaré el resto de la tarde, así que pásala bien, he transferido algo de dinero, es poco, pero lo suficiente para que te compres algo de ropa a tu gusto, sin que Lyra te joda la vida. ¿Está bien? Espero que si.

Con amor, el diablo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora