"QUE TODO FLUYA Y QUE NADA INFLUYA"Habían pasado dos días desde que llegamos la aldea paraíso, Abel rento dos habitaciones en una posada para quedarnos ahí, el plan era reclutar gente, pero no sabíamos muy bien cómo hacerlo, por lo que decidimos que yo debía practicar magia y entrenar en lo que resolvíamos la situación, Paula se encargaba de enseñarme magia y los hombres a pelear.
- Oigan tengo noticias. – menciono Bean cuando se acercó al lugar donde practicaba con mi amiga, Abel abrió sus ojos y se enderezo para verlo mejor. – habrá una fiesta esta noche, parece ser que inicia la nueva generación de licántropos, usaremos la ocasión para tratar de conseguir información, chicas les compre esto. – nos estiro una bolsa que traía con él, ambas nos acercamos a ver, eran dos vestidos uno azul y uno rojo ambos con detalles en dorado, muy elegantes y hermosos.
- Gracias Bean. – le sonreí y el devolvió la sonrisa
- Necesitan un poco de arreglos, pero lo solucionare ¿Cómo conseguiste el dinero para comprarlos? – cuestiono la chica junto a mi
- Bueno, no creerán que podemos ir por ahí con los bolsillos vacíos, mientras ustedes entrenan nosotros hacemos algunos trabajos para conseguirles esto. – Abel se acercó a nosotros, se posó detrás de mí y con su mano estiro el vestido que yo sostenía. – lo elegí para ti. – me dijo muy cerca de mi oído haciendo que un escalofrió me recorriera
- Volvamos a la posada tengo que ajustar los vestidos y arreglarnos. – todos asentimos y volvimos al lugar donde nos quedábamos.
Después de varias horas Paula había terminado con los vestidos, el suyo lo modifico bastante haciéndolo más revelador, hizo una apertura en la falda que mostraba toda su pierna la parte de arriba la había reducido ha solo la parte del sostén y los brazos, era realmente hermoso y se veía muy bien, en cambio al mío solo había retirado la parte del cuello dejando un escote de corazón que bajaba entre mis pechos hasta un poco arriba de mi ombligo y la espalda descubierta.
Me mire en el espejo y me encanto, toda mi vida había usado vestidos de princesa que no resaltaban mucho mi figura y aunque aún me sentía un poco incomoda también me sentía muy hermosa.
- Nos vemos geniales. – se posó junto a mí en el espejo analizándonos a ambas
- Tu eres genial, están incluso mejor que antes.
- Eran bonitos, pero tenemos un cuerpo hermoso hay que lucirlo, Abel morirá al verte. – me sonroje ante su comentario
- ¿Por qué dices eso? – le pregunte caminando a la cama
- Amber, lo conozco desde hace años lo he visto con muchas chicas y él era el típico galán egocéntrico que se "dejaba querer". – hizo comillas con sus dedos en la última palabra. – pocas veces lo vi ser coqueto, pero jamás daba la iniciativa o insistía tanto como lo hace contigo, le gustas. – me dio un ligero empujón mientras reía
- Pero no quiero una relación ahora. – mencione con tristeza
- Oh no chica, que sea mi amigo no quita que es un demonio, son traviesos, y realmente no se sus intenciones, yo te lo digo porque es guapo y bueno tenemos necesidades, ya si quieres intentar algo más, es bajo tu riesgo, pero mientras puedas disfruta
- Pero yo nunca... bueno ya sabes. – dije con nervios
- ¿¡eres virgen!? – grito y yo tape su boca
- No grites ¿Qué esperabas? Soy la princesa, nunca podía salir sola, di mi primer beso solo porque mi mejor amigo tuvo compasión que todas mis primeras experiencias fueran hasta el matrimonio con alguien que eligieran por mí.
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LAZOS MÁGICOS
Fantasy"El rey ha sido asesinado y su milenaria alma aprisionada. El criminal la guarda con recelo en un contenedor de cristal dentro del palacio que ahora clama como suyo. Cuando el caos y la oscuridad comienzan a apoderarse de todo el continente, un puña...