CAPITULO 21

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"SI AMAS ALGO Y NO SOY YO, DEJALO IR"

Todos volvimos a nuestros lugares a excepción de los dos amigos de Alen, quienes prefirieron darnos espacio para hablar, veía como todos estaban confundidos y algunos molestos, comenzando por el demonio a mi lado.

- Bien. – comencé. – quiero aclarar que Alen es mi mejor amigo, crecimos juntos ya que su madre era la consejera de mi padre, tenía más de un año sin verle antes de que pasara todo. – trate de explicar. – así que estoy igual de confundida que ustedes

- Entonces que tu mejor amigo nos explique. – hablo Abel y pude notar molestia en su voz

- Como ya dijo Amber, crecimos juntos, cuando tuve edad suficiente me uní a la guardia real y poco a poco me gane la confianza del rey, quien me nombro su segundo al mando. – lo mire con sorpresa. – era un secreto por mi seguridad, pero Bean puede confirmarlo. – me aclaro. – en ese puesto mi tarea era realizar las actividades que para el rey significaran un riesgo, hace tres años comenzaron los rumores de un posible ataque al trono, tu padre me mando a investigar a los demás reinos, por eso me fui por tanto tiempo.

- ¿entonces por qué no evitaron el ataque? – interrumpió Paula

- Fue muy difícil conseguir información, prácticamente nadie tenía idea, pero los rumores me guiaron a los piratas y ahí supe la verdad, no pude conseguir todo lo que necesitaba, pero era suficiente para alertar a la corona, por desgracia me descubrieron, logré escapar, pero apresuraron el plan y no pude evitarlo.

- ¿alertaste al rey? – Alexander cuestiono

- Lo hice, pero mi informe le llego unos minutos antes del ataque, días después llegue a Ander buscando a la princesa y fue cuando me entere de su fuga, desde entonces he andado por el bosque tratando de encontrarla

- ¿Por qué te casaste con ella? – mire a Dan que hablaba con un pequeño sonrojo en su rostro

- No estuve perdiendo el tiempo, idee un plan, los guardias no apoyan a ese bastardo, pero están bajo amenaza, tome a los de más confianza y juntos viajamos a los reinos, sé que Enuel planea desposarte. – me miro. – es la única forma de conseguir todo el poder, así que inicie por quitarle eso.

- Pero una princesa no puede casarse con cualquiera, debe ser un noble, alguien perteneciente a la realeza o tener como mínimo un título importante en sociedad. – aclaro Leo

- Lo sé, pero ser el segundo al mando significa que en caso de que el rey falte y su heredero o heredera no esté en condiciones de ascender al trono yo soy quien gobernara hasta que se resuelva, dada la situación no puedo reclamar el poder porque me asesinaran sin pensarlo, pero puedo desposar a Amber, por derecho ese puesto es mío y casado con la heredera no hay manera de que lo pelee, solo queda solicitar la ayuda de los reinos vecinos para poder vencerlo, no sabe de mi existencia así que soy el factor sorpresa.

- Lamento decirte que, aunque tu plan suene perfecto, no es posible. – mi amigo miro con confusión a Anabel

- ¿a qué te refieres? – se acercó un poco más a la mesa posando sus brazos en esta

- A que Amber tiene que desposar a Abel, el príncipe de Zeniq. – hablo Bean mientras señalaba al mencionado

- ¿Por qué razón? - pude notar la furia dentro de Alen

- Tiene un pacto con el rey demonio, pero que ella te lo explique. – interrumpió Xim

- Vamos a fuera Amber. – se puso de pie y me tendió la mano, pero sentí a Abel sujetarme antes de poder tomarla

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