CAPITULO 28

0 0 0
                                    


"¿QUÉ TANTO ES TANTITO?

Cuando las palabras salieron de mi boca una sonrisa cruzo su rostro, se aproximó a donde me encontraba y se arrodillo a mi lado, tomo mi mano y dejo un pequeño beso, quise alejarme, pero preferí no hacerlo.

- No te vas a arrepentir, pediré que preparen todo para dentro de una semana. – se puso de pie

- No. – lo detuve. – que sea hoy mismo

- Amber, podemos esperar un poco más a que estés lista, después de lo que pasaste. – me hablo con sutileza

- Quiero que sea hoy y que esta noche concibamos al heredero

- ¿estas segura? – asentí el tomo mis mejillas con suavidad y me dio un pequeño beso en los labios. – será como quieras, mandare a que te ayuden a arreglarte. – salió de la habitación rebosando de felicidad y yo solo sentí como volvía hundirme en el vacío.

Poco después de una hora una mujer entro a la habitación traía varias cosas consigo, entre ellas un vestido, no me levante de la cama, ni la mire, solo espere a que ella me llamara.

- ¿vas a estar así de triste el día de tu boda? – reconocí la voz de inmediato y me levanté de golpe. - ¿me perdí la despedida de soltera o aún estoy a tiempo?

- Dan. – susurre y me acerque a abrazarla. - ¿Qué haces aquí? – la analice cerciorándome que no estuviera herida

- Vine por ti, bueno venimos

- ¿Abel? – mi rostro se ilumino, pero así de rápido se apagó al notar la respuesta en el rostro de mi amiga

- No he sabido nada de ellos, Allen envió gente a buscarlos, pero nosotros debíamos venir por ti, me adelante para avisarte, el llegara en un rato con Lamia

- ¿Lamia? ¿Por qué?

- Necesitamos alguien que valide el contrato de matrimonio, le aclaramos la situación y ella accedió a intervenir para que su hermano no te asesine, dijo que veríamos como resolver la situación, y aparte es muy poderosa, evitara que hagan algo contra nosotros. – sonreí feliz a pesar de la noticia de mis amigos, tenía la esperanza de que se encontraran con bien

- Dan, no sé si lo sepas, pero Xim... - comencé y sentí el nudo formarse en mi garganta deteniendo mis palabras. – ella murió. – de inmediato su rostro perdió toda felicidad y sus ojos se acumularon de lagrimas

- ¿Cómo? – sollozo

- Un pirata, el hermano de Xavier, la decapito. – se lanzó a abrazarme y trato de llorar en silencio, acaricie su espalda con cariño

- Me contaras todo, una vez que estemos a salvo. – se limpió las lágrimas y se separó de mi

Procedimos con lo que seguía, así que tome un baño dejando a la rubia pensar un poco, después me ayudo a peinarme y antes de cambiarme me pare ante el espejo viendo mi abdomen, notaba una ligera hinchazón, pero debía ser mi imaginación, por mis cálculos estaría entrando en la tercera semana y no creía que este niño creciera tan rápido.

- Si no supiera, pensaría que estas embarazada, hasta te ves algo inflamada ¿estas con tu periodo? – no conteste ante su pregunta solo le sonreí levente y deje que me ayudara con el vestido.

Después de estar lista nos tocó esperar, Dan caminaba en la habitación nerviosa y eso solo lograba alterarme mas

- Me estas mareando. – le dije y se detuvo

- Lo siento, es solo que ya deberían haber llegado, vamos a esperar tantito mas

- ¿Qué tanto es tantito? – los nervios ya comenzaban a invadirme, pero antes de poder contestarme la puerta se abrió mostrando al lobo, pensé que nos diría lo que esperábamos, pero solo me indico que Enuel me esperaba.

Ambas bajamos hasta la entrada del castillo, se encontraba un poco más limpio y supuse que era debido a la ceremonia, la cual se llevaría en el jardín, al salir pude ver a mucha gente, pero nadie conocida todos ellos vestían ropa de pirata, el pelinegro se acercó a mí y tomo mi brazo para guiarme al centro.

- Esperen. – solté un suspiro de alivio al escuchar la voz de mi mejor amigo. – lamento informar que la ceremonia no puede llevarse a cabo. – inmediatamente todos los invitados sacaron sus espadas y pistolas apuntando a los recién llegados

- ¿de que estas hablando? – se burló el hombre a mi lado

- De que estas tratando de desposar a mi mujer. – saco el pergamino y se lo mostro. – soy el legítimo rey de Ander y te ordeno soltarla. – al contrario de eso Enuel apretó más mi mano

- Eso no tiene valides. – la furia era clara en su voz

- La tiene. – repuso Lamia. – y como aliados, Zeniq luchara a su lado de ser necesario, un delito contra la corona nos afecta a todos los reinos. – fue cuestión de segundos cuando sentí como me lanzaban hacia atrás, otro de los piratas me sostuvo posando una daga contra mi cuello, sin pensarlo una de mis manos se posó sobre mi vientre y noté la mirada asombrada de mi mejor amigo, supe que solo con ese gesto se había dado cuenta, pero pronto algo nos distrajo del momento, Enuel reía, pero no parecía su voz, era más ronca y oscura.

LAZOS MÁGICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora