CAPITULO 29

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"ALGUN DÍA ES MUCHO TIEMPO"

Todos miramos a Enuel sorprendidos, su risa era macabra, no propia de un humano, parecía alguien más, todos seguíamos quietos sin saber qué hacer, sentí al hombre tras de mi tensarse y soltarme, lo que me pareció extraño, pero al mirar a Lamia note que había sido ella quien lo había manipulado para que se alejara, trate de dar un paso hacia ellos, pero el pirata se puso frente a mi cortando mi paso.

- Quería hacer las cosas bien Amber. – me dijo aun dándome la espalda, de primera su voz sonó algo ronca pero después se suavizo volviendo a la normalidad

- Esta no era la manera, algún día íbamos a detenerte. – respondí

- Algún día es mucho tiempo niña tonta. - paso un segundo para que se girara y me tomara por el cuello alzándome un poco, con mis manos trate de alejarlo, pero no pude, atrás de él pude ver a Allen comenzar a pelear para acercarse a mí, lamia y Dan lo siguieron, pero eran muchos, caí al suelo cogiendo aire cuando me dejo libre, pero tardo mucho antes de arrastrarme con el lejos de todos.

La batalla había comenzado, me preocupaba el resultado ya que eran muchísimos piratas contra ellos tres, Enuel iba dando órdenes mientras nos alejábamos, trate de alejarme de su cuerpo, pero me fue imposible, me alerte cuando pidió traer a los hechiceros, era los que podrían hacerle frente Lamia quien hasta ese momento se mantenía tranquila y sin esfuerzo, luche por usar mi magia, pero desde que tenía esa pulsera en mi brazo me era imposible, había tratado de arrancarla con todo lo que me fuera posible pero nunca lo había logrado, llegamos dentro del castillo y no duro en atarme y amordazarme, luche para evitarlo pero me retuvo fácilmente, me dio una última mirada antes de dejarme sola, inmediatamente trate de liberarme pero no podía, me había dejado unida a una de las estructuras del palacio, mi frustración comenzó a crecer sin saber qué hacer, vi como un guardia entraba cuidando no ser visto y sin más se acercó cortando la soga, no me miro solo volvió por donde venía con prisa.

Me levante quitando las ataduras de mi cuerpo, busque algún arma para defenderme y encontré una espada pequeña tirada en un rincón del salón me acerque y sin dudarlo rasgue el vestido por mis piernas para tener más movilidad, corrí al jardín y comencé a luchar con todo aquel que me atacara, uno de ellos se acercó empuñando su arma contra mí, me agache en el momento justo para evitarlo y ataque sus piernas para seguir mi camino, debía llegar junto a Allen, no tarde mucho en poder divisarlo y como pude me acerque a ellos quienes me veían algo asombrados, nos pusimos los tres espalda con espalda, Lamia se encargaba sola de algunos sin problemas, pero esto cambio cuando aparecieron los hechiceros, estaban sobre las escaleras que descendían desde el castillo, eran seis y apuntaban sus manos en dirección a la tía de Abel, quien se detuvo justo cuando estaban por atacarla, sin dudarlo me lance a ayudarle escuchando el grito de Dan, pude desviar el ataque pero termino generando una cortada en mi brazo, los tres nos dedicamos a cuidar de la mujer que seguía sin poder moverse, el collar de Abel quemaba mi piel y no sabía la razón, así que lo ignoraba tratando de mantenerme alerta, pronto note a Enuel parado frente a mí, estaba quieto mirándome, pero no fue eso lo que alerto si no sus ojos totalmente negros, una cualidad de los demonios, un escalofrió me recorrió completa antes de ser lanzada con fuerza, caí contra el suelo sosteniendo mi estómago que fue la zona que recibió el golpe, escupí la sangre que se acumuló en mi boca y me levante como pude al verlo caminar a mi muy lentamente, lo ataque con la espada pero se movía a una velocidad increíble, volvió a darme una patada esta vez en la espalda tirándome de frente al suelo, apoye mis manos para levantarme y pude ver que ahora el collar brillaba lo tome entre mi mano sintiéndolo arder, no entendía que estaba pasando, me gire a ver al pirata quien ahora tenía una espada en la mano.

- No estaba en mis planes matarte Amber, pero las cosas han cambiado y ahora solo me estorbas, tendré que hacer todo por la fuerza. – cerré los ojos cuando comenzó a dirigirse hacia mi empuñando el arma en dirección a mi pecho, sentí como perforaba mi piel causándome un dolor horrible, pero no fue lo único que sentí, pequeños vidrios se clavaban en la palma de mi mano, bajé la mirada a esta, una especie de humo negro se escabullía entre mis dedos, Enuel dio un paso atrás asombrado arrancando la espada de mi pecho, el humo comenzó a cubrirme hasta que no pude ver nada solo pensaba en que el poder de Abel estaba liberado.

DAN

- Allen. – llame su atención al notar como Enuel había atacado a Amber, el miro hacia donde le indicaba y comenzó a tratar de ir hacia ella

- Cuida de Lamia. – me ordeno y yo asentí, aun no controlaba muy bien mis habilidades telepáticas, pero hacia todo mi esfuerzo en mover un par de espadas hacia cualquiera que se acercara, de un momento pararon los ataques y al ver en la dirección de todos noté una nube de humo negro crecer cada vez más.

"esto no puede estar pasando"

Leí el pensamiento de lamia quien sonaba angustiada

- ¿Qué es eso? – le pregunte

"el poder de Abel, está libre, y sin el aquí Enuel lo absorberá, estamos perdidos"

- ¿Por qué Enuel? ¿no es necesario tener sangre demoniaca para poder usarlos?

"¿Qué no viste sus ojos? No es un simple pirata, cualquiera sin sangre demoniaca moriría, pero él por alguna razón la tiene, el poder se posará en su cuerpo siendo el más cercano"

Volví a mirar en la dirección algo comenzaba a elevarse mientras el humo se disipaba, siendo absorbido por algo, o más bien alguien, no tarde mucho para poder distinguir la figura, era una mujer llevaba un vestido negro abierto en ambas piernas, su cabello rubio casi blanco se movía con el aire y unas espinas negras rodeaban su cabeza como si de una corona se tratase.

- No puede ser. – hablo Lamia asombrada quien parecía estar libre del encantamiento.

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