LAZOS MÁGICOS

CAPITULO 9

"OBLIGAR A ALGUIEN A CAMBIAR ES COMO PERFUMAR CACA"

BEAN BUNSI

Me levanté como pude del suelo mientras con mi mano limpiaba un rio de sangre que corría por mi labio, Abel me miraba a unos pasos con tanta furia, sabía que con cada golpe que nos dábamos más se enfurecía y realmente no conocía que tan bien era su auto control, solo sabía que era un demonio poderoso al cual sería difícil vencer y en el estado que se encontraba tal vez hasta imposible.

-         Hazte a un lado Bean, no me hagas perder la poca paciencia que me queda. – advirtió dando un paso hacia mi

-         Si lo hago mataras de inmediato a Leo, no puedo permitirlo

-         ¿¡y dejaras que la ponga en riesgo!? – Cuestiono con un grito

-         También me preocupa, pero confió en ella, ambos hemos visto como ha mejorado y sé que el la cuidara, dio su palabra, sabes que para nosotros es imposible romperla, solo los humanos pueden.

-         También fueron demasiado imbéciles. – me gire hacia Anabel, quien estaba recargada en un árbol y se miraba las uñas. – ustedes dos pueden volar, son capaces de igualar la velocidad de esa sanguijuela

-         No pueden, necesitarían tomar totalidad de sus formas y eso alertaría su presencia, nos pondrían en riesgo a todos, Leo y Amber solo nos protegieron, eran los únicos capaces de hacerlo. – interfirió Dan

-         Tú te quedaras aquí y yo iré tras ellos. – me ordeno Abel. – no voy a permitir que se ponga en riesgo. – negué con mi cabeza y me puse firme frente a él, sabía que era el único que lo podría igualar en fuerza, al notar mi negativa me miro con odio y de un golpe me lanzo a unos metros, se preparaba para avanzar, pero fue rodeado por agua.

-         Lo siento Abel, pero no podemos permitir que interfieras. - Alexander ejercía mucho esfuerzo en mantenerlo sujeto

-         ¡Abel! – le grito Paula posándose frente a él, me acerque tratando de alejarla, pero me miro con advertencia. – ella no es una débil princesa a quien debamos proteger, es la próxima reina y nos ha demostrado a todos que es capaz de protegerse y proteger a los demás, es la persona más valiente y tenaz que he conocido, a pesar de que todos la catalogan como la más débil, puedo jurar que es la más fuerte de todos nosotros, deja de tratarla como como la damisela en peligro no puedes obligarla a cambiar eso sería como perfumar caca, sin ofenderla, si es que la amas dale la oportunidad, porque si vas tras ella créeme que le conseguiré otro novio que si la merezca. – sus palabras parecieron calmar al demonio ya que sus ojos volvieron a la normalidad, agacho la cabeza y casi podría jugar que estaba llorando

-         ¿y si le sucede algo? – levanto la vista mirando a su mejor amiga, no había rastro de lagrimas

-         Lo resolveremos juntos, pero todo estará bien. – se acercó a él y lo rodeo con sus brazos, ambos estaban empapados y Alexander al notar que ya no había peligro los libero, ambos se alejaron del lugar sin decir nada más, pose una de mis manos en mis costillas tratando de aliviar el dolor.

-         ¿Qué no los Ángeles se curan al instante?

-         No contra ataques tan poderosos

AMBER LEEN

-         Escucha estamos a unos metros, en cuanto nos acerquemos podrán detectarnos, así que debes escondernos desde aquí ¿estas lista? – solté un suspiro y asentí, hice los ritos necesarios y pronto una ventisca nos cubrió, coloco su capucha sobre su cabeza y comenzamos a caminar sin hacer ruido.