"LO PEOR DE MORIRTE DE AMOR ES QUE NO TE MUERES"
Las lágrimas seguían escurriendo de mis ojos cuando sentí a Abel a mi lado, posando sus manos en mis hombros me gire y me refugie en su pecho sin detener mi llanto, él se dedicó a darme caricias a lo largo de mi espalda para tranquilizarme, me separe para limpiar mi rostro, el aprovecho eso para sacar un trozo de tela y mostrármelo.
- ¿puedes? – pregunto y supe a que se refería así que moje el trapo con mi mano para que mi novio comenzara a limpiar mis heridas con cuidado de no lastimarme, mire a mi alrededor, Bean tenía a la loba entre sus brazos y la había cubierto con su capa, leo estaba de pie mirando la escena mientras abrazaba a una Paula que lloraba igual o más que yo, no quise mirar, pero supe que Alex no se había despegado del cuerpo de Xim
- ¿también te duele? – le pregunte a Abel refiriéndome a mis heridas
- Al principio fue un leve escozor, pero ya no. – pude ver en sus manos rastros de sangre, pero me imaginé a que se debía
- ¿sentiste... eso? - mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, él se dedicó a limpiarlas con sus dedos que no estaban manchados y negó levemente mientras su boca formaba una mueca y volvió a atraerme a él.
- Princesa. – se escuchó un leve murmullo, mire hacia la dirección y era la hechicera que había visto, estaba muriendo y no supe quién de los tres la había atacado. – lo siento. – me puse de pie y me acerqué a ella. – sálvalos, a todos. – no dijo más y me di cuenta de que había fallecido, con mi mano cerré sus ojos y me acerque de nuevo al chico que me esperaba con los brazos abiertos, el silencio duro poco antes de escuchar muchos pasos aproximándose, los hombres se pusieron alerta a excepción de Alex, pronto nos vimos rodeados de personas que nos apuntaban con diferentes armas y note algo simbólico; tenían alas.
- Han ingresado al reino de Bifum sin autorización, su castigo es la muerte.
- Esperen. – di un paso al frente sintiendo un dolor entre mis piernas. – fuimos atacados, no fue nuestra intención entrar sin autorización, soy Amber Leen la princesa de Ander y me gustaría hablar con su rey. – las hadas fueron bajando sus armas poco a poco
- Los llevaremos, pero a la mínima de ataque mueren. – asentimos, me acerque a Alex y toque su hombro
- Volveremos por ella y le daremos entierro como es debido. – me miro y limpio las lágrimas, paso su mano por encima del cuerpo y una burbuja comenzó a rodearla volviéndola a su forma original, Alex tomo una piedra y corto su mano dejando caer unas gotas de sangre en la tierra para que le hechizo se mantuviera, se puso en pie y me abrazo antes de alejarse y comenzar a caminar.
Duramos alrededor de una hora en llegar a lo que era la ciudad del reino, era muy bella, llena de color y vida, el castillo que en realidad no lo parecía estaba sobre un tronco de árbol gigante, las hojas impedían que la luz le diera de lleno generando un ambiente relajante, había escaleras, pero nadie las usaba, supuse que seriamos los primeros en mucho tiempo.
- Solo la princesa entra, los demás esperan en el pueblo. - hablo un guardia deteniendo nuestro paso, miré a mis amigos y asentí dándoles a entender que estaba bien, Abel poso su frente junto a la mía y acaricio mi mejilla antes de alejarse. – por aquí. – me llamo el hada y miré las escaleras, eran larguísimas y yo seguía muy adolorida aun, sin pensarlo mucho comencé el camino.
Después de un rato subiendo escaleras llegamos al centro, había muchas hadas ahí, unas bailaban, otras jugaban y un grupo más miraba con alegría, seguí a los guardias hacia ese grupo, estando algo cerca me detuvieron y uno de ellos se acercó a un joven para decirle algo al oído, este me miro y se puso de pie para acercarse.
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LAZOS MÁGICOS
Fantasy"El rey ha sido asesinado y su milenaria alma aprisionada. El criminal la guarda con recelo en un contenedor de cristal dentro del palacio que ahora clama como suyo. Cuando el caos y la oscuridad comienzan a apoderarse de todo el continente, un puña...