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Capítulo 5 : Té en la mansión

“…claro, en ese momento no sabía qué era. No fue hasta años después que descubrí el verdadero poder que tenía el Diario”. Contó el retrato de su abuelo.

“¿Y los gritos?” Preguntó Draco, agarrando con fuerza el brazo opuesto mientras escuchaba la continuación del primer año que el Señor Oscuro y su abuelo estuvieron juntos.

“Vinieron del baño del segundo piso, acababan de descubrir el cuerpo de Myrtle Warren”.

Segundo piso… Myrtle Warren… ¿cuerpo? Los ojos de Draco se abrieron al darse cuenta de quién era la muerte que acababa de describir su abuelo. Era Myrtle la Llorona . El fantasma en el baño que, deprimentemente, fue su amigo más cercano el año anterior. Se frotó distraídamente las cicatrices en su pecho por ese horrible hechizo cortante con el que Potter lo había golpeado hace unos pocos meses. Myrtle había sido la única razón por la que sobrevivió, gritando fuerte y pidiendo ayuda mientras el Chico Dorado de Gryffindor lo dejaba morir.

Lo mejor es no revivir ese recuerdo ahora mismo.

“¿Dijiste que no fue hasta más tarde que descubriste el poder del Diario? Pero el Señor Oscuro ya te había dicho que era una herramienta… ¿había algo más? Preguntó Draco, recordando el Diario que su padre había metido en el caldero de la Comadreja en segundo año. Cómo Lucius había logrado salir del problema por intentar poseer a una niña de 11 años estaba más allá de su comprensión. Aún así, tomó nota mental de visitar a sus padres más tarde para recibir algunas lecciones adicionales sobre carisma y desvío. Ciertamente eran hábiles en ese departamento.

“Efectivamente lo hubo. ¿Encontraste el libro que te recomendé? Preguntó su abuelo y Draco frunció el ceño ante la pregunta antes de asentir.

“Lo hice y lo he estado leyendo, pero no es exactamente una lectura fácil. Estoy seguro de que puedes entenderlo”. Era cierto, después de su lectura inicial había comenzado a leer el libro lentamente. Draco a menudo necesitaba dejarlo y alejarse lo más posible del libro sólo para mantener la cordura. La magia dentro de esas páginas… era espantosa.

“¿Sabes lo que Tom teme, por encima de cualquier otra cosa?” Otra pregunta extraña y críptica. Draco negó con la cabeza en respuesta. Si estaba siendo honesto, no quería pensar demasiado en lo que el Señor Oscuro podría temer. ¿Quizás acromántulas o vampiros? Estaba perdido. “En realidad, es bastante simple… Tom siempre ha temido su propia muerte”.

“¿El Señor Oscuro… tiene miedo… a la muerte?” Repitió Draco lentamente, sin creer del todo lo que decía el abuelo Abraxas. ¿Seguramente el Señor Oscuro realmente tenía miedo de algo horrible como hadas rebeldes o dispositivos de tortura muggles?

“Sí. Sus objetivos de poder, aunque grandiosos e impresionantes, siempre quedaron atrás de su deseo de conquistar la muerte de una vez por todas”.

Draco miró a su abuelo confundido antes de darse cuenta. Cogió el libro encogido que llevaba en el bolsillo y rápidamente lo volvió a ampliar. Recorrió las páginas, buscando los pasajes que había hojeado por su cuenta. Sabía que el Diario podía poseer a Ginevra Weasley y tenía una forma corpórea del Señor Oscuro. El libro que el abuelo Abraxas le había enviado a recuperar contenía muchos hechizos relacionados con la muerte, pero sólo unos pocos se referían a la muerte como algo que debía ser conquistado . Incluso entonces, ninguno de ellos resultó en algo que se ajustara a la descripción de poderes que sabía que contenía el diario.

Excepto por un hechizo.

En realidad, ni siquiera era un hechizo, el libro era sorprendentemente vago sobre este tema en particular, pero había suficiente información para que pudiera armar una explicación. En el breve interludio de un antiguo hechizo sobre cómo fortalecer el núcleo mágico de uno agotando el de otra persona por la fuerza, hubo una breve descripción de una antigua y malvada magia que se creía que solo había sido realizada una vez por Herpo el Asqueroso en la Antigua Grecia.