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Capítulo 31 : Mansión Malfoy

Regresar a Malfoy Manor fue… una experiencia. Harry sólo podía comparar su visita actual con la anterior en los breves y borrosos destellos que había visto de los terrenos circundantes y el vestíbulo de entrada. Se estremeció un poco al recordar los sonidos de los gritos de Hermione y las carcajadas de Bellatrix en el salón de baile. La simpatía atravesó su cuerpo. Si Harry se sentía así después de haber estado en la Mansión sólo unas pocas horas el año pasado, Draco debía estar al borde del infierno .

“¿Cómo soportas volver aquí?” Susurró Harry, mientras seguía a Draco por los sinuosos pasillos hacia su habitación para dejar sus baúles. Sólo había estado en la Mansión durante quince minutos y ya se sentía abrumador .

Draco lo miró desconcertado, sin detener su caminata mientras atravesaba el espacio familiar, “Es mi hogar”.

“Lo sé, pero Merlín, todavía puedo sentir todo lo que nos pasó a mí, a Ron y a Hermione hace un año”. Harry hizo una mueca, dejando que sus ojos recorrieran las pinturas que cubrían las paredes.

“Eso es porque es tu único recuerdo aquí. No tienes nada bueno con qué compararlo”. Respondió Draco.

Harry asintió, aunque todavía no estaba seguro, y continuó el viaje hacia el dormitorio. Lo cual, sinceramente, llevó mucho más tiempo del que debería.

“Maldita sea , Draco, ¿qué tan grande es esta casa?” Harry jadeó, mientras doblaban otra esquina.

“No es una casa , es una mansión . La misma palabra implica que la finca está en expansión”.

“¿Cómo no te pierdes?” Harry tuvo que preguntar porque, si estaba siendo honesto, se perdería en el momento en que Draco decidiera visitar algún otro rincón o este… castillo . Sólo podía esperar que las escaleras no se movieran.

“Estoy tomando todo esto como un cumplido, incluso si no es así como lo pretendías”. Draco sonrió y finalmente se detuvo frente a una puerta que se parecía… a cualquier otra maldita puerta de la casa.

“¿Esto es entonces?” Las palabras salieron un poco sin aliento porque bueno… Harry estaba sin aliento por la caminata. Draco se rió entre dientes y luego levantó las manos en señal de rendición cuando Harry lo miró con furia.

“Sí, esta es mi habitación. O, bueno, técnicamente es la ‘Suite Heredera’, pero creo que es un poco demasiado formal”. Draco abrió la puerta y dirigió sus baúles hacia adentro, luego le hizo una seña a Harry para que entrara también.

La ‘Suite Heredera’, como la llamaba Draco, era enorme , igual que el resto de la maldita mansión house-er . Había una chimenea con una zona de estar, una cama en la que parecía que cabían cómodamente todos en su dormitorio con espacio de sobra, otra puerta que conducía a Godric sabe adónde, ventanas altas que daban a los jardines, un escritorio e incluso un rincón de lectura.

Draco caminó hacia las ventanas y abrió las cortinas con un rápido movimiento de su varita. De repente, la habitación quedó iluminada en todos los rincones por la luz del sol primaveral. Harry se acercó a él, todavía asombrado por la cantidad de espacio que tenía el dormitorio, y echó un vistazo a los terrenos circundantes.

Las ventanas daban a la parte trasera de la finca, y Harry recorrió con la vista toda el área. Podía ver los jardines de rosas, una terraza de piedra de mármol y pavos reales blancos y esponjosos.

Simplemente había… tanto .

“Nos reuniremos con mamá para almorzar en el Balcón Oeste en una hora”. Dijo Draco, y la mente de Harry dio vueltas ante el concepto de diferentes balcones en diferentes direcciones .