TÓCALO Y TE MATO
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Denisse
Despierto a su lado, echo un vistazo a la habitación y nuestra ropa está en el suelo junto con sus regalos que trató de poner en sitios donde no se fueran a maltratar. Le beso el pecho, repasando mi mano contra su abdomen duro por los abdominales marcados.
No sé que hora es, solo tengo en cuenta que tenemos una actividad que me emociona y es una fiesta en la playa, esta vez pude investigar muy a fondo los lugares que él me ofreció para que yo los escogiera y en el Cuerno de Oro este fin de semana harían una fiesta masiva para cualquiera que quiera ingresar.
No solo hay comida, también hay bebida, diferentes estaciones con música variada, la playa la tenemos a nuestra disposición y también habrá carpas donde se pueden realizar diversas cosas desde: masajes, dibujos, fotos, tatuajes y más.
Extiendo mi brazo para alcanzar su móvil, cuando lo enciendo sin duda alguna una sonrisa llena de alegría se enciende en mis labios, curvándose hacia arriba. Estoy yo con Mason entre mis brazos y las flores que no he dejado de recibir desde que le dije que quería que él me regalara flores, pensé que solo se trataría de una sola vez y no fue así.
Son las diez de la mañana, vuelvo a dejar caer mi cabeza contra su pecho para sacarme fotos con él dormido detrás. No deja de verse atractivo, se mueve para rodearme con un brazo y acomodarse después para seguir durmiendo.
Cuando termino de la sesión de fotos me vuelvo a estirar para dejar su móvil en la mesa de noche, siento como atrapa mis caderas para devolverme a su sitio.
—Buenos días, feliz cumpleaños de nuevo.
—Ya me felicitaste diez veces, mon décès.
—Lo mereces —beso su barbilla—. Por todos estos años en los que lo pasaste solo y por los años que me he perdido de celebrarlo contigo.
Sus labios se estiran, le acaricio la barba para luego subirme a su cuerpo, dejando así que las sábanas se arremolinen en mis glúteos y quede ante él todo mi cuerpo desnudo con mi coño ya restregándose contra su abdomen.
—Deseo un regalo más, muñeca.
—Estás de suerte porque estoy disponible para darte todos los regalos que quieras.
—Me vas a montar, ¿de acuerdo?
—Está bien —pongo mis manos en su pecho para comenzar a restregarme contra su abdomen—. ¿Está bien así?
—¿Me ves quejándome?
—¿No te incomoda? —Sigo moviéndome, tratando de empujarme en mis pies teniendo en cuenta que tampoco es que pese un gramo.
Hubo tiempos en los que alguien, en especial un hombre me decía que dejara de comer porque tenía las tetas muy grandes y que solo faltaría un trozo más de comida para que terminara reventando la ropa.
No era verdad, siempre me he ejercitado y siempre he estado en forma, con todos los músculos duros y la grasa adecuada en ciertas zonas que son necesarias.
Siempre he estado bien, solo que él...
Kylian se sienta contra la cama, tomándome del trasero para acomodarme y poner su verga contra mi sexo que palpita al sentirlo piel con piel. Al desnudo como siempre lo hemos hecho desde el principio.
Fue al hombre que no le importó mi alergia, que no dudó de mi cuando le dije que no podía usar condones normales y que no llevaba los míos, no me gritó porque nunca pensó que me metería con él para amarrarlo. Después de todo, creo que ambos sabíamos que lo nuestro era inevitable.
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Un paraíso en sangre #1 [DISPONIBLE EN FÍSICO]
Romance[DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON] La guerra no la venía venir la capitana de la tropa. Estaba enamorada, decidida a caminar por el pasillo sin saber la verdadera vergüenza por la que pasaría. Una vida de ensueño, amigos, familia, la boda que desea...