Jorge era el hijo menor de una familia de dinero, se dedicaba únicamente a la administración de puntos de venta de bebidas alcohólicas en Tepito, su tiempo libre lo pasaba en el gimnasio o con Alister.
Su vida de adulto independiente combinado con su gusto por la fiesta fue lo primero que llamó la atención de Alister. Se conocieron en el gimnasio del que eran miembros, el que frecuentaba con Aarón, cerca del metro la Raza, en dónde Aarón había conocido a Lenin. Jorge era el mejor amigo de Lenin.
Tan sólo unos días después del primer saludo, Alister pudo disfrutar del cuerpo de Jorge en las regaderas, pronto sería en un par de jacuzzis, en variadas piscinas y en el mar de Acapulco.
El cuerpo musculoso de Jorge fue el primero en su tipo que Alister pudo besar y acariciar, lo hacía sentirse protegido. La fineza de sus rasgos faciales aunado al enorme tamaño de su cuerpo musculoso y definido hacían de Jorge un ángel ante los ojos de Alister, se sentía bendecido.
Alister se vanagloriaba en la experiencia de abrir el gimnasio con Jorge y coger mientras aún estaba vacío, cogían en la carretera con las puertas de su camioneta abiertas. Alister alababa su cuerpo durante los baños de arena, mar y sol.
Evidentemente, Jorge reconoció la ingenuidad de Alister pero nunca abusó de eso, al contrario, se encargó de cumplir algunos de sus sueños.
§
Mantener un recuerdo similar con tu mejor amigo es un regalo que alienta a culpabilizar sólo un poco mi sana compasión ante un corazón malherido.
- Alister§
- No te preocupes, nunca somos tan conspicuos como pensamos. Jorge no va a darse cuenta, créeme.
- No tardan en llegar.
- Ya habías puesto el cuerno antes, ¿no? - Lenin preguntó.
- No a Jorge. - dijo Alister.
- Pero yo te gustó, ¿no? Lo vale.
Alister desvió la mirada, no supo responder.
- Sabes que sí - dijo Lenin mientras sonreía con maldad.
Alister miró hacia abajo, dió un trago a su bebida.
- No hay pedo si de vez en cuando te quedas aquí. Estoy seguro que Aarón tampoco tiene pedo. En fin, la neta estuvo chido.
Lenin se levantó, recogió sus gafas y las colocó sobre su cabeza. Jorge y Aarón estaban por regresar.
- Voy al baño - dijo Lenin, se levantó y caminó a través de la sala.
Por un momento Alister temió que Jorge preguntara qué quería decir Lenin con “hemos encontrado la manera de congeniar", pero estaba un poco ebrio y sólo se había puesto a bailar.
Alister sintió una ligera humedad en el muslo, mirando hacia abajo se dio cuenta que había una mancha del tamaño de una moneda en la parte delantera de sus pantalones. Todavía estaba goteando semen.
Fue rescatado por un par de amigas de Aarón, que se acercaron y lo arrastraron para conocer a un recién llegado. Alister arregló su camisa sobre la mancha. Mientras se unía a la fiesta físicamente, su mente se encontraba en otra parte.