Insane (Lisa GIP)

Capítulo XVII

La mañana había sido algo molesta para Lisa quien no se imaginaba que la pequeña castaña de ojos gatunos sería quien corrompiera a las otras dos chicas, debía suponerlo pues desde que la conoció había algo que las otras no tenían, su inocencia parecía disfrazada o quizá no pero se desarrollaba cada vez más y sus aires de superioridad comenzaban a fluir, tendría que castigarla y hacerle recordar quien era su dueña y debía hacerlo pronto.

- Fuera ropa, todas - Lisa se detuvo frente a uno de los baños de la casa.

Las chicas aún temblorosas con dificultad para respirar obedecieron a lo que la mayor había ordenado, con las manos casi imposibles de moverlas por la baja temperatura a las que se habían sometido intentaron despojarse de sus prendas frías y húmedas para quedar totalmente desnudas ante los ojos de Lisa, con un poco de pena las tres chicas imitaron cruzar las piernas y cubrieron sus pechos expuestos con sus brazos sacando una pequeña sonrisa a la pelinegra quien acto seguido abrió la puerta para darles paso a las chicas que abrieron los ojos con sorpresa al ver el interior del baño, un gran jacuzzi adornado con velas aromatizantes con olor a vainilla, el típico aroma característico de su mayor, un carrito con una bandeja qué contenía diversos bocadillos junto a una botella de vino con 4 copas, el agua emanaba vapor cálido qué salía desde la bañera empañando un poco los cristales.

- Entren al Jacuzzi pequeñas - Pidió Lisa ahora con un tono de voz dulce al qué estaban acostumbradas las chicas - Quiero quitarles el frío.

Cada una fue entrando a la gran bañera sintiendo como su cuerpo comenzaba a recuperar calor debido a la temperatura del agua, se sumergieron de tal manera que el agua cubriera hasta la parte de su clavícula tratando de relajarse y olvidar la tortura a la que habían sido sometidas momentos antes, Lisa caminó hacia la parte del lavabo abriendo la pequeña puerta debajo de él y sacando unas sales para dejarlas caer sobre el agua y comenzará a vaporizar como si se tratara de aguas termales qué sirven para dar masajes junto con pequeñas burbujas por el jabón, haciendo que las chicas se sintieran mucho mejor.

Lisa tomó la bandeja para acercarla a las chicas y tomaran lo que se les antojara y así saciar su sentido gustativo, sirvió el vino en cada copa hasta la mitad extendiéndole una a cada quién para así beberlo y sentirse aún mejor, pronto Lisa comenzó a desnudarse dejando ver la gasa manchada qué cubría la herida que había conseguido en la mañana gracias a la imprudencia de sus menores, haciendo que las chicas se sintieran culpables por haber ocasionado eso y que ahora Lisa estuviera más amorosa qué nunca pues les había preparado un baño muy relajante con dulces y bocadillos para consentirlas.

Lisa se sentó al otro extremo del Jacuzzi poniendo una toalla húmeda en vapor sobre su rostro, extendiendo su brazos por el borde del mármol y haciendo su cabeza hacia atrás para tratar de relajarse al igual que sus pequeñas castañas, había sido un día agotador y lo único que necesitaba era de ellas haciéndole sentir "especial".

- Li, Lisa - la voz de Rosé la hizo suspirar - que, queremos pedirte perdón por lo que pasó esta mañana.

- Tranquila amor, ya han aprendido su lección, cierto? - Lisa habló desde su lugar aún con la cabeza hacia atrás - Y yo... ya lo he olvidado - quizá mintió un poco.

Al notar el silencio de las chicas quitó la toalla de su cara que le ayudaba a relajarse para así levantarse y observarlas tranquilamente, las tres chicas estaban sentadas con la vista abajo con semblante un poco cabizbajo y podía notarse un poco la incomodidad por los sucesos previos y luego aquello.

- Rosie? - la pelinegra llamó y esta levantó la vista - Ven aquí mi pequeña princesa.

Rosé se acercó a Lisa y esta la hizo sentarse entre sus piernas recargado su espalda sobre su pecho, tomó un poco de jabón y una esponja y comenzó a lavar sus brazos, su cuello y sus pechos dejándole tiernos besos sobre sus hombros cuando el agua caía sobre su pálida piel.