Insane (Lisa GIP)

Capítulo XXXVIII (Jennie)

- Señorita... - el hombre sentado frente a ella comenzaba a perder la paciencia - Me temo que nos está engañando

- Qué pretende decir con eso? - preguntó controlando el tono de voz, no quería reconocer que la estaba cansando.

- Nos preocupas Jennie, llevamos varias semanas estudiando tu caso y la información que nos has ofrecido es, cómo decirlo... Muy pobre.

La castaña tragó saliva sin despegar los ojos de él, que se mantenía disimuladamente tranquilo, después de todo ese era su trabajo.

- Es cuanto sé - respondió tajante.

- Segura señorita Kim? - sus ojos se centraron en los suyos de manera intimidante - Estás completamente segura de que no nos ocultas nada?

La castaña miró al joven policía de pie junto a la puerta, mientras el psicólogo la abordaba, intentando forjarse un conducto qué le condujera directamente al interior de su mente, era inusual qué le llamara con total confianza por su nombre y de la nada volviera a las formalidades de su profesión, le sacaba de quicio qué quisiera comportarse amable y a la vez severo con ella.

- Si, lo estoy - confirmó sin más.

- Está bien - contestó en tono displicente - Por qué no lo hablas con tu familia? Por qué no quieres ver a tus amigos? - el sujeto caminó hacia la mesa donde esperaba la menor sentada.

- No estoy preparada - desvío la mirada.

- Es curioso - el hombre recargó los brazos sobre la mesa de metal cruzando los dedos - cualquier chica que hubiese pasado por lo mismo que tú estaría deseando encontrarse con sus seres queridos qué le ayuden a superar esto después de todo el tiempo que no se han visto.

- Lo que pasó allí... - negó con los ojos abnegados en lágrimas - no puedo hacerlo, simplemente soy incapaz de pasar página, he cambiado, me he convertido en... en...

- En qué?, dos años bastan para olvidar quien eres? - entre cerró los ojos como si enfocará su vista en su máximo grado - Para olvidar a todas las personas que te quieren y han malgastado tiempo y recursos buscándote?

- Esta siendo exagerado - dijo la menor poniéndose de pie - usted no es quien para decirme como debo sentirme.

- Y quien manda en tus sentimientos? Quién le dice como, cuándo, por qué..? Es obvio que está condicionada y no la culpo, viviendo ahí debió unirse al más fuerte para sobrevivir - se levantó caminado hacia ella buscando atravesar esa línea de la confianza - pero la situación ha cambiado y en su mano está poder detener esta locura y que otras niñas no sufran su misma suerte ¿Es que ya no recuerda cómo fueron los primeros días de su cautiverio? Que hubiese pasado si una de esas chicas hubiese podido escapar y como usted se negara a hablar? No está siendo racional señorita Kim, nadie merece eso y usted mejor que nadie lo sabe.

- Quiero irme - dijo mirando al joven policia - No me encuentro bien.

Los dos hombres se miraron una décima de segundo antes de aceptar su petición.

- Descanse, pronto iré a verla y necesito que esté despejada porque le llevaré unas fotografías a ver si reconoce a alguien.

Asintió con la cabeza y salió apresuradamente de la sala de interrogatorios, su madre seguía sus pasos con preocupación en los ojos tratando de reconfortarla pero no lo conseguía, si anteriormente buscaba su cariño y atención, ahora buscaba no tenerlo nunca.

Habían pasado tres meses desde que fueron liberadas, tres meses desde que una pesadilla terminaba para iniciar una peor, tres meses en el que no supieron que pasó con los gemelos o con la doctora, no había rastro de ninguno de ellos y cada una de ellas fue devuelta con sus familiares, al seguir siendo menores de edad no tenían la suficiente confianza para dejarlas solas en un interrogatorio en busca de lo sucedido, así que ahí estaba Jennie en compañía de su madre quien había pedido una investigación cuando notó que su hija no había podido irse solo así, cada día durante esos años buscaba la forma de encontrar alguna pista que diera con el paradero de su hija sin resultado alguno.