Capítulo XXI

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- Gatita... Por qué me desobedeces? - preguntó la pelinegra.

Sin embargo Jennie no podía responder debido a que aún tenía la mordaza, simplemente miró a la pelinegra con ojos suplicantes mientras llevaba sus propias manos a sus pechos para acariciarlos en círculos frente a Lisa quien aún hacia presión sobre la cabeza de Rosé para satisfacerse.

- Ven aquí Jennie - Lisa ordenó y esto hizo que Rosé sacara bruscamente su miembro de su boca para mirar hacia atrás.

- No he ordenado que pares - reprimió la mayor tomando con fuerza del cabello a Rosé para hacerla chupar su pene nuevamente.

Jennie se acercó a ella y Lisa retiró la mordaza haciendo que quedara de pie por encima de Rosé, con una pierna a cada lado del cuerpo de la castaña menor, para acunar los pechos de Jennie en sus manos y llevarlos a su boca de forma desesperada.

- Ahhh Daddy - Lisa embistió duro la boca de Rosé al escuchar a Jennie llamándola de esa forma

Esa sin duda era definitivamente una de las imágenes más eroticas qué aquella espectadora podía presenciar, quizá con sentimientos revueltos por todo aquello pero era inevitable sentirse atraída por el placer de su mayor.

Lisa chupaba, lamia y succionaba los pechos de Jennie mientras Rosé hacia lo mismo con su pene, era una satisfacción tan grande que se había olvidado por completo del par de ojos que las miraba con reproche a unos cuantos metros, aunque fuese por las razones equivocadas.

- Jennie quiero que me la chupes ahora - ordenó Lisa mientras hacía que Rosé se levantara.

- Si Daddy - respondió la castaña mientras se colocaba de rodillas.

- Ven aquí pequeña - le pidió a la castaña menor mientras se recostaba sobre la cama.

Rosé miró unos segundos a Jennie y no podía creer lo que estaba pasando, no era algo a lo que estuviera acostumbrada pero no podía oponerse, después de todo complacer a su amada era lo que mejor sabían hacer. La pelinegra hizo que Rosé se colocará a horcajadas sobre su cabeza, dejándole una perfecta vista de su centro, Lisa tomó de las piernas a Rosé mientras hundía su lengua dentro de ella.

- Ahhh - gimió la castaña menor tratando de sujetarse de algo pues la había tomado por sorpresa.

Era demasiado o al menos era lo que Rosé pensaba en ciertos momentos, no tenía ni idea de lo que estaba pasando, era consumida por el placer que la lengua de su preciosa mayor le estaba provocando, Lisa tenía la habilidad de dar rienda suelta a sus deseos eroticos más profundos y prohibidos.

Las castañas tenían prohibido mantener relaciones sexuales entre ellas a menos que su mayor así lo que quisiera, sin embargo era algo de lo  que aún no estaban preparadas, sobre todo por la tercera chica en la habitación que comenzaba a dar problemas.

- De rodillas las dos - ordenó Lisa - ahora.

Las chicas se levantaron un momento para mirar a Lisa quien en sus ojos destellaba un deseo realmente pasional y guiadas por ella obedecieron a su mandato frente a la cama, sobre una alfombra que dejaba ver aberturas en el piso, Lisa se arrodilló frente a ellas tirando de las cadenas con esposas qué cerraría en las muñecas de ambas chicas, quedando prisioneras frente a frente, si no fuese otra la razón de aquello le habría encantado una guerra de miradas sumisas.

- Vamos caritas dulces, háganlo - Pidió con su voz agravada por el deseo.

Lisa se colocó de pie entre los rostros de sus castañas, tomó en su mano su endurecido miembro mientras lo sacudía como si fuese un premio a dos cachorros hambrientos, una de sus manos acariciaba sus testículos mientras la otra la pasaba por toda su longitud hasta que su pene se sacudía por si solo como si tuviera deseo interminables de penetrar a una de sus chicas y así era... Se posicionó mejor enredando cada una de sus manos en el cabello de ellas, Rosé a la izquierda y Jennie a la derecha con su erecto miembro justo frente a sus bocas, apuntando hacia la castaña mayor que observaba todo desde el sofá. Cerrando sus manos, cortando la distancia de sus bocas hacia su pene, ellas lambieron toda su longitud, turnándose en tiempos para meterlo a sus bocas y que Lisa les follara la garganta como le gustase, chocando de vez en cuando por que una le succionara los testículos mientras la otra de chupaba el pene metiéndolo hasta su garganta, la venas en las manos de Lisa parecían explotar cuando aplicaba algo de fuerza bruta mientras se movía de atrás hacia adelante.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora